La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dio una de sus últimas conferencias de prensa en Ginebra, después de anunciar que no seguirá un segundo mandato en el cargo. La chilena condenó la próxima manifestación del presidente brasileño Jair Bolsonaro contra las instituciones judiciales y solicitó al mandatario ruso Vladimir Putin que cese la guerra en Ucrania.
A su vez pidió pidió la desmilitarización de la central nuclear de Zaporiyia que ya fue atacada en varias oportunidades y que sin dudas genera gran preocupación por su peligro. «Llamo al presidente ruso a poner fin al ataque armado contra Ucrania», manifestó Bachelet quien dejará el cargo la próxima semana. Aún se desconoce quien la sucederá por los próximos cuatro años, informó NA.
Al cumplirse seis meses de la guerra, la dos veces presidenta de Chile sostuvo que fueron semanas «increíblemente terroríficos para el pueblo ucraniano, en los que 6,8 millones de personas tuvieron que huir de su país. Millones más se han visto desplazados dentro del país».
Jair Bolsonaro y las elecciones en Brasil
En su presentación también criticó duramente a Jair Bolsonaro por agitar el fraude electoral, atacar al poder judicial y no respetar la democracia a pocas semanas de las elecciones presidenciales: «Estoy seriamente preocupada por los informes sobre un aumento de la violencia política, el mantenimiento del racismo estructural y la reducción del espacio cívico», replicó Reuters.
«Eso, creo, es más preocupante si el presidente ha llamado a sus partidarios a protestar contra las instituciones judiciales el 7 de septiembre, el día del 200 aniversario de la independencia de Brasil», afirmó. Bolsonaro quiere que sus seguidores asistan al mitin, que tendrá lugar a menos de un mes antes de las elecciones presidenciales. También ha buscado involucrar a los militares en el evento político.
«No se hacen cosas que puedan aumentar la violencia o el odio contra las instituciones democráticas que deben ser respetadas y fortalecidas y no tratar de socavarlas con un fuerte discurso político», dijo. También criticó la «situación de derechos humanos muy difícil» de Brasil, destacando las informaciones de aumento de la violencia política, el racismo estructurado y la reducción del espacio cívico.