El ajuste sobre las tarifas de luz y gas comenzará desde septiembre y en el Gobierno ya tienen el esquema preparado para quitar los subsidios según los ingresos de cada hogar. La encargada de llevar adelante esto es Flavia Royón, secretaria de Energía, que anunció una división en tres niveles sobre las modificaciones en las facturas de cada suministro.
Con esta medida, la funcionaria sostuvo que ahora la energía tiene precios «razonables» a diferencia de hace algunos meses atrás. En este mismo sentido, sostuvo que «al margen de la coyuntura internacional y de esta situación que hizo que todos los precios de la energía suban, teníamos que caminar hacia un sistema de subsidios mucho más justo, donde si hay un subsidio sea al que realmente lo necesita».
Seguido a esto, Royón advirtió que los aumentos que se darán a raíz de la quita de subsidios «van debajo del índice de coeficiente salarial, son razonables y hoy se necesitan para acomodar un poco y llevar orden fiscal. Lo que uno destinará de sus salarios al pago de servicios de energía es menor que en 2019, cuando se destinaba a ese fin el 5,4% de los ingresos«, criticó.
Además, la secretaria de Energía tildó de «indiscriminado a todas las familias» tener subsidiado en igual proporción los servicios públicos. «En mi opinión debíamos repensar el esquema a tarifas más justas y los aumentos en promedio dependen de lo que uno consuma, va entre $200 y $550. Son razonables«, reiteró la dirigente en declaraciones que difundió NA.
La energía antes y ahora
Por último, Royón marcó diferencias entre el ajuste tarifario que se aplicó durante el Gobierno de Mauricio Macri y el de ahora. «En aquel momento no se hizo un trabajo como se está haciendo ahora de clasificar los ingresos de las familias y de hablar de ahorro energético y de topes de consumo. En esta línea marcó, que «forma parte de un plan de orden fiscal» a través del cual se estima un ahorro de $ 47.500 millones.