El expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, registró el lunes una mejoría en los resultados de su última tomografía y según como amanezca este martes se podría discontinuar el uso de sedantes, informó la clínica privada de Asunción donde está internado.
«En la fecha se le practicó una nueva tomografía del cerebro y se observó una mejoría del hematoma y del edema cerebral con respecto a la última tomografía realizada», precisó el Instituto Cardiovascular del Sanatorio Migone. No obstante, el equipo médico reiteró que el estado de salud del expresidente aún mantenía pronóstico reservado y que se decidió continuar por horas más con medidas de soporte, replicó Télam.
«El expresidente se encuentra con asistencia respiratoria mecánica, monitorización y cuidados neurointensivos, cardiovasculares, respiratorios, renales, gastrointestinales, infectológicos, hematológicos, fisioterapéuticos», agregó el parte, divulgado en la tarde del lunes.
«Según como el político amanezca mañana martes, se procederá al retiro de los sedantes para la evaluación neurológica y eventual descomplejización del paciente», anticipó el equipo médico. El exmandatario se descompensó el miércoles pasado mientras estaba en el Senado y fue retirado del edificio por sus pares y funcionarios en silla de ruedas.
Luego se supo que el cuadro de convulsiones que había presentado era consecuencia de un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, es decir, la rotura de uno de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro o una interrupción de la llegada de nutrientes al órgano. Desde entonces está en coma inducido.
El expresidente había sido diagnosticado en 2010 de linfoma, un cáncer del sistema linfático, por el que recibió tratamiento en Brasil y se recuperó en 2012. Lugo, un exobispo católico, gobernó Paraguay entre 2008 y 2012. Su triunfo electoral en 2008 terminó con 61 años de hegemonía del Partido Colorado.