Luego de la masiva movilización del pasado miércoles, la izquierda vuelve a las calles. En esta ocasión, será por “la recuperación” del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), al cual el pasado viernes le realizaron una suerte de “velorio”. Pero la marcha anunciada para este lunes tiene un condimento más: no sólo busca presionar al Gobierno nacional, sino también a la CGT, que hasta el momento se muestra alineada con la Casa Rosada, para que llame a un paro general.
Los partidos políticos de izquierda, muchos de ellos nucleados en Unidad Piquetera, se movilizarán este lunes, en el marco de la reunión del Consejo de SMVM, presidido por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y 32 miembros, 16 por la parte trabajadora y 16 por la empleadora. El objetivo del encuentro será lograr acordar una revisión del nuevo valor del ingreso mínimo y los plazos en los que se darán esos incrementos.
En la reunión llevada a cabo el pasado 16 de marzo, se acordó un aumento del 45% sobre la base del mes en cuatro tramos. Pero en mayo se decidió adelantar la vigencia del aumento del SMVM que pasó a partir del 1 de junio de $45.540, y este mes llegó a $47.850. Ante ello, las agrupaciones de Unidad Piquetera aseguran que ante la suba de precios, el monto quedó desactualizado y presionan a las centrales sindicales para que llamen a un paro general activo en respaldo de la exigencia que propone un aumento del mínimo a $110.000.
El descargo de Belliboni y Castañeira sobre el Salario Mínimo
“Este lunes se reúne el Consejo del Salario Mínimo, que en su última reunión acordó la miseria de $47.000, un ingreso de indigencia. Una masa enorme de trabajadores y trabajadoras dependen de ello: las categorías más bajas de los convenios colectivos, el plan Potenciar Trabajo y jubilados que cobran la mínima. Sin embargo, no se conoce cuál es el planteo de las centrales sindicales. ¿Cuál debería ser el salario mínimo para una familia?”, planteó Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, a través de un comunicado.
Para motorizar el reclamo, Unidad Piquetera realizará una conferencia de prensa en la puerta del edificio de la CGT, ubicado en la calle Azopardo 802, a las 9.00, para, luego, presentar una carta bajo la exigencia formal de la convocatoria a un paro activo, y enfatizar el pedido de un salario mínimo acorde a la inflación. Luego, se trasladarán al obelisco donde concentrarán para emprender la movilización con destino al Ministerio de Trabajo.
“¿A quién consultó la CGT y la CTA para fijar ese monto? El nuevo Superministro (de Economía, Sergio) Massa atiende los reclamos de la oligarquía agroexportadora, del embajador norteamericano y del capital financiero internacional. Pero no tiene ni un renglón en su agenda para los reclamos populares”, denunciaron desde el bloque.
En la misma línea, se expresó la dirigente del Nuevo MAS Manuela Castañeira, quien propuso además que el monto del SMVM debe alcanzar los $170.000. “Lo que pretende el Gobierno es una miseria, forma parte del ajuste recesivo de Sergio Massa. Junto a los movimientos sociales independientes exigimos un salario mínimo de $170.000, tal cual venimos planeando desde hace largo tiempo. Trabajadores viviendo en la miseria, no se aguanta más”, enfatizó.
Qué agrupaciones se movilizarán
Además de Polo Obrero y Nuevo MAS, estarán presentes en la acción el MTR Votamos Luchar, MTR/Mido, MST – Teresa Vive, FOL, Frente Popular Darío Santillán, Barrios de Pie – Libres de Sur y FOB Autónoma, entre otros. “Hay que defender el salario frente a la ofensiva ajustadora del gobierno que lleva adelante el programa del FMI”, indica la convocatoria de los sectores de la izquierda para el próximo lunes.
Un reclamo apoyado por el espacio de Grabois
El reclamo a Massa es compartido también por sectores afines al Gobierno como el Frente Patria Grande liderado por Juan Grabois, quien amenaza con romper con el Frente de Todos ante la falta de medidas sociales. “Sin los últimos, no hay Todos”, reza la consigna planteada por el sector, en reclamo de medidas para “los de abajo”. Grabois cuenta con tres diputados nacionales y de irse del bloque oficialista configuraría un gran conflicto a la coalición dado que perdería la primera minoría.