Este jueves se produjeron intensos combates en torno a la ciudad de Pisky, en el este de Ucrania, mientras Rusia siguió adelante con su campaña para apoderarse de toda la región industrializada del Dombás, y al oeste Kiev acusaba a Moscú de utilizar una planta nuclear para proteger su artillería.
Un responsable de la República Popular de Donetsk, respaldada por Rusia, explicó que Pisky —en la línea del frente y solo 10 kilómetros al noroeste de la capital provincial, Donetsk— estaba bajo el control de las fuerzas rusas y separatistas. «Hace calor en Pisky. La ciudad es nuestra, pero quedan focos de resistencia dispersos en su norte y oeste», dijo el gobernador Danil Bezsonov.
Las autoridades ucranianas negaron que la ciudad fuertemente fortificada hubiera caído. Reuters no pudo verificar las informaciones del campo de batalla. La región del Dombás, formada por las provincias de Luhansk y Donetsk, se convirtió en el principal objetivo de Moscú tras fracasar en su intento de tomar la capital, Kiev, al inicio de la guerra en febrero.
Planta nuclear
El gobierno ucraniano acusó el miércoles a Rusia de matar al menos a 13 personas y herir a otras 10 con cohetes disparados desde los alrededores de una central nuclear capturada en el centro del país, a sabiendas de que sería arriesgado para Ucrania devolver el fuego.
«Los cobardes rusos no pueden hacer nada más, así que atacan a los pueblos mientras se esconden innoblemente en la central atómica de Zaporiyia», dijo Andri Yermak, jefe de gabinete del presidente Volodímir Zelenski. Kiev explicó que unos 500 soldados rusos con vehículos pesados y armas están en la planta, donde los técnicos ucranianos siguen trabajando.
El ejército ucraniano dijo que las tropas rusos también bombardeó otras zonas de la región de Zaporiyia. Moscú no ha comentado las alegaciones ucranianas y Reuters no ha podido verificar de forma independiente la versión de Kiev. Kiev y Rusia se han acusado de poner en peligro la central, el mayor complejo nuclear de Europa, con ataques en sus mediaciones.