El pasado jueves 28 de julio el Gobierno nacional vivió un momento de cambio rotundo. El presidente Alberto Fernández aceptó las renuncias de los ministros Silvina Batakis (Economía), Daniel Scioli (Desarrollo Productivo) y Julián Domínguez (Agricultura, Ganadería y Pesca). En su lugar asumirá Sergio Massa como titular de una nueva cartera económica que reúne a los tres organismos.
Su nuevo rol dentro del Gobierno, como tercera fuerza del oficialismo, es buscas consensos entre peronismo y kirchnerismo además de manejar gran parte de las cuentas del Estado. A pesar de este trabajo determinante que tendrá, el periodista Nelson Castro reveló que los primeros enojos del dirigente ya salieron a la luz y no precisamente por cuestiones políticas.
«Vi los chats. Colaboradores de Sergio Massa llamando a redacciones marcando el enojo del ministro porque en algunos zócalos no se lo trataba de superministro. Ese es Massa, eso es Massa. Por supuesto que dentro del circulo interno del gobierno eso se sabe. Esto que decimos se vive», informó en su editorial para El Corresponsal al minuto 4:57.
Sumado a esto, Nelson Castro definió al flamante ministro como «una tabla de salvación» para el presidente porque «es algo necesario, lo cual no significa que sea querido» por los dos espacios más importantes del oficialismo. De esta manera, y con la fuerza de Massa tomando cada vez más peso, el Frente de Todos comienza a planificar el año electoral 2023 con un Frente Renovador ante una gran posibilidad de incrementar su imagen positiva.
Sergio Massa como en la crisis del 2001
Por último el comunicador comparó el presente del país con el de la crisis del 2001. En este marco definió a Massa como una mezcla del «Cavallo del 91′ y el Lavagna del 2002». Seguido a esto, argumentó que «el Cavallo del 2001 llegó con un apoyo político absoluto de parte de Menem, que era el líder indiscutible del momento, y con una juste en camino. Lavagna cuando llega y desarrolla una muy buena tarea se encuentra ya con un ajuste hecho por Jorge Remes Lenicov que termina siendo el malo de esa película. Fue el del ajuste y la devaluación. Le permitió a Lavagna avanzar y eso hoy no ha sido hecho y lo tendrá que hacer Sergio Massa«.
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