Venezuela, Cuba y Nicaragua manifestaron su solidaridad con China y rechazaron el viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, por incrementar las tensiones y agravar la situación en torno a la isla cuya soberanía reclama Beijing.
«El viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, es una provocación directa y amenaza seriamente la autodeterminación y la integridad territorial del gigante chino», indicó la Cancillería de Venezuela en un mensaje publicado el martes por la noche en Twitter, en que exige «el respeto a su soberanía», en relación a China, replicó Télam.
El Ministerio venezolano alertó que estas acciones «constituyen una violación a la soberanía e integridad territorial de la nación China, desconociendo la resolución 2.758, adoptada el 25 de octubre de 1971, donde se reconoció como verdadero y único representante legítimo del pueblo chino al Gobierno de la República Popular China, país que mantiene relaciones diplomáticas con más de cien países».
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró el apego irrestricto al principio de «una sola China», y rechazó cualquier intento de injerencia en los asuntos internos del gigante asiático. «Reafirmamos el firme rechazo a las acciones dirigidas a lesionar la integridad territorial y la soberanía de la República Popular China. Cuba reitera el apego irrestricto al principio de ‘una sola China’», agregó.
Poco antes, la Cancillería cubana había expresado su preocupación por el incremento de las tensiones y el agravamiento de la situación en torno a Taiwán. Este agravamiento, subraya el texto, es resultado de «la política agresiva y la elevada presencia militar de Estados Unidos y sus aliados en el Estrecho de Taiwán, los contactos militares y las sistemáticas ventas de armas, acciones que socavan la paz y seguridad regional e internacional».
«Los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional deben ser respetados estrictamente sin selectividad ni dobles raseros», destaca el comunicado cubano, que hace hincapié en el papel clave de China «como factor de estabilidad y equilibrio internacional».
Nicaragua, por su parte, expresó a través de su Cancillería una «enérgica condena» por la «provocación» de Pelosi. El texto hace hincapié en que Nicaragua es un país «profundo conocedor de la política injerencista e intervencionista del Imperialismo norteamericano que ha pretendido y pretende, sin éxito (..) dominar el mundo» y exige «respeto a la soberanía, independencia, y voluntad de los pueblos, porque es lo justo, correcto, e imprescindible».