Empresarios del sector del neumático alertaron este jueves que las existencias de unidades sólo alcanzan para «diez o doce días» en las gomerías de la Argentina. En tanto reiteraron que el conflicto con el Sutna (Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino) no es de «características salariales». Si no se resuelve con racionalidad, también advirtieron que «va a arrastrar a problemas mayores«.
El presidente de la Federación Argentina de Neumáticos, Horacio García, aseguró a Télam que «en algunas gomerías queda algo de stock y en otras no queda». La situación «distorsiona bastante los precios y hasta podría llegar a no haber precios en algunas», además de que, en lo que va del año, el aumento promedio del precio de las cubiertas es del 100%.
«Tenemos faltantes (de neumáticos) de autos y camionetas de alta gama y de las medidas pequeñas, que tenemos muchos vehículos en la Argentina, las de (rodados) 13, 14 y 15″, detalló en declaraciones a AM 910. García definió a la situación actual como «una cuenta regresiva más rápida,» ya que «en diez doce días» podrían agotarse las existencias de cubiertas.
«Si a eso le agregamos que hay una demanda importante porque la gente en esta situación sale a comprar. Entonces el problema debe resolverse pronto, porque necesitamos que las industrias que están en la Argentina trabajen», enfatizó. El momento es tan drástico que se ha reportado una suba de robos de neumáticos. Desde el conflicto, los delitos de este tipo han subido un 50%.
Versión del CEO de FATE en Argentina
Por su parte, el presidente de FATE, Javier Madanes Quintanilla, sostuvo que «hay que encontrarle una explicación total» a la situación, y que para él «este no es un conflicto de características salariales» sino que «tiene otras connotaciones». En el inicio de la entrevista a LN+, destacó que en las reuniones dentro del Ministerio de Trabajo aún no se han visto las caras con Alejandro Crespo, el líder del gremio.
«Este gremio (en referencia al Sutna), lamentablemente, tiene una visión en la que termina metiendo conceptos de tipo ideológico y formas de poner el palo en la rueda de la actividad productiva de mil maneras distintas. Me parecen totalmente desacertadas y que conllevan a consecuencias terribles», aseguró. Para entrar a su propia planta, el empresario tendría que pedir permiso.
«Es un tema que repercute y va a repercutir no solo en nuestro sector, sino en toda la actividad económica. Es terrible para nuestros trabajadores y para todo el público, ya que conseguir neumáticos es una pesadilla». Por último, destacó que el problema puede escalar a consecuencias mayores, porque se podría detener la fabricación del gasoducto Néstor Kirchner por estar interrumpida la cadena de producción de los tubos.