La vicepresidenta Cristina Kirchner fue amenazada de muerte a 11 días del atentado contra su persona. Ante ese hecho, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la causa por el intento de magnicidio que sufriera el 1 de septiembre pasado, dispuso reforzar la custodia de la exmandataria. El comisario Diego Carbone analizará si es necesario sumar más efectivos. En tanto, Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación, destacó que la situación «no se minimiza«.
Los informantes precisaron que la amenaza fue hecha el lunes por la tarde a través de un llamado telefónico a la línea 911 realizado desde la ciudad de La Plata, según Télam. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró que “se está investigando” el llamado. Además, remarcó que desde el Gobierno nacional “no se minimiza ninguna acción” que esté vinculada con la seguridad del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta.
Consideraciones de Aníbal Fernández
“Para nosotros, cualquier hecho, aunque mínimo que parezca, es importante. Por eso, rápidamente dimos intervención del caso al jefe de la Policía (Federal) para que se ocupe y se logre arribar a los responsables”, destacó el funcionario. Con respecto a la autoría de esta amenaza, Fernández que ese dato «se desconoce y se está investigando”.
“A ninguna de las acciones que aparecen tangencialmente las minimizamos. Le damos el valor que debe tener”, reiteró el titular de la cartera de Seguridad. Asimismo, consignó que el lunes por la tarde habló con Cristina Kirchner para informarle sobre esta nueva amenaza. Sobre el refuerzo de la custodia, Aníbal Fernández consideró que “eso lo deben analizar los especialistas y el jefe de la custodia de Cristina Kirchner”.
El ministro aclaró que la amenaza de muerte mediante un llamado al 911 “se investiga en forma paralela” del intento de magnicidio el pasado jueves 1, cuando la exmandataria se disponía a ingresar a su vivienda en el barrio porteño de Recoleta. De todas maneras, indicó que lo hace el mismo juzgado que lleva esa causa, a cargo de la jueza federal María Laura Capuchetti, para vincular y entrecruzar datos.
Cómo sigue la investigación por el atentado
Como parte de la investigación, la justicia detectó una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte que permitieron a la justicia detectar que un grupo de personas había intentado antes asesinar en dos ocasiones a la exmandataria. La información surgió del celular de la propia novia de Fernando Sabag Montiel y fuentes de la investigación. Acorde el mismo medio, confirmaron que los mensajes dan cuenta de un intento de asesinato ocurrido el 27 de agosto. Esa noche, la vicepresidenta le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta.
«No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido», dice uno de los mensajes que recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel.
«¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido», sostiene otro mensaje. En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: «No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue, dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada», afirma el acusado.