En la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el secretario general del organismo, Antonio Guterres, instó este martes a los países ricos a gravar las ganancias inesperadas de las empresas de combustibles fósiles y a utilizar ese dinero para ayudar a los países perjudicados por la crisis climática y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía.
Guterres intensificó sus críticas a las empresas petroleras y de gas, que han visto cómo sus utilidades se disparan en decenas de miles de millones de dólares. «La industria de los combustibles fósiles se está dando un festín con cientos de miles de millones de dólares en subsidios y ganancias inesperadas mientras los presupuestos de los hogares se reducen y nuestro planeta arde», expresó.
Aunque volvió a presionar a los países desarrollados para que graven las utilidades inesperadas de los combustibles fósiles, esta vez también utilizó su púlpito para explicar en qué debería gastarse el dinero. «Esos fondos deben redirigirse de dos maneras: a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática; y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía», agregó.
Reino Unido ha aprobado un impuesto del 25% a los productores de petróleo y gas del Mar del Norte. Por otro lado, los legisladores estadounidenses han debatido una idea similar, aunque tiene pocas probabilidades de prosperar en el Congreso. «Los contaminadores deben pagar», sostuvo Guterres, replicó Reuters.
También dijo que los bancos multilaterales de desarrollo «deben dar un paso adelante y cumplir» y que la ayuda a los países pobres para adaptarse al agravamiento de los impactos climáticos «debe constituir la mitad de toda la financiación climática». «Las principales economías son sus accionistas y deben hacerlo», añadió.