Decenas de civiles murieron y cerca de 20 resultaron heridos este viernes en un ataque que según el gobierno de Kiev fue lanzado con misiles de Rusia contra un convoy de automóviles civiles en el sur de Ucrania, dejando cuerpos esparcidos por el suelo.
La caravana se estaba reuniendo en un mercado de automóviles en las afueras de la ciudad de Zaporiyia, preparándose para salir del territorio ucraniano controlado por Kiev con el objetivo de visitar a familiares y entregar suministros en un área ocupada por Rusia, informaron las autoridades gubernamentales.
«El enemigo está furioso y busca venganza por nuestra firmeza y sus fracasos. Destruye cínicamente a los ucranianos pacíficos porque perdió todo lo humano hace mucho tiempo», expresó el presidente Volodímir Zelenski. «¡Escoria sedienta de sangre! Definitivamente responderán. ¡Por cada vida ucraniana perdida!», agregó.
Oleksandr Starukh, gobernador de la región de Zaporiyia, estimó de forma preliminar que hubo 23 muertos y 28 heridos en el ataque. Este bombardeó se llevó a cabo horas antes de que el presidente Vladimir Putin proclamara el dominio ruso sobre Zaporiyia y otras tres provincias donde Moscú se apoderó de territorio desde que invadió Ucrania, informó Reuters.
Andriy Yermak, jefe del despacho de Zelenski, anunció más tarde que 25 personas habían muerto y 50 habían resultado heridos en lo que calificó como un ataque de un «estado terrorista». Rusia niega estar atacando deliberadamente a civiles desde el inicio de la guerra, hace siete meses.
Vladimir Rogov, un funcionario de la administración instalada por Rusia en la región de Zaporiyia, culpó por el ataque a las fuerzas ucranianas. Por su parte, el coronel de policía Sergey Ujryumov, jefe de la unidad de eliminación de explosivos del departamento de policía de esta provincia, dijo que el convoy fue alcanzado por tres misiles S300.