Tras el deceso de su madre, la reina Isabel II, su hijo mayor Carlos es el nuevo rey del Reino Unido. Con 73 años de edad, es uno de los políticos que más ha esperado en la historia de la Europa monárquica una sucesión real, superado por Sofía del Palatinado, heredera de Ana de Gran Bretaña y quien murió a los 83 años, sin que se concretara la sucesión.
Carlos ha estado en la mira de la conversación internacional desde la década de 1990, cuando se casó con la princesa Diana, fallecida en 1997 y madre de dos integrantes más de la casa real: William y Harry. El príncipe de Gales es actualmente esposo de Camila, duquesa de Cornualles.
Este viernes, el Consejo de Adhesión se reunirá en el Palacio St. James para proclamar a Carlos como nuevo soberano. Se trata de un cuerpo ceremonial que contempla a importantes figuras del Gobierno y se reúne tras la muerte de un monarca, para hacer una proclamación formal del ascenso de su sucesor al trono y para recibir el juramento religioso del nuevo rey.
La proclamación del rey Carlos se leerá tanto en el Palacio de St. James como en el Royal Exchange, la antigua bolsa de comercio de la ciudad de Londres. Luego, el primer ministro y los miembros de su gabinete tendrán una audiencia con el nuevo rey. Durante los próximos días, Carlos ya como nuevo monarca, comenzará una gira por diferentes partes de Reino Unido para recibir las condolencias.
Para los detractores, el nuevo rey es débil, vanidoso, entrometido y mal equipado para el papel de soberano. Ha sido ridiculizado por hablar con las plantas y obsesionarse con la arquitectura y el medio ambiente, y durante mucho tiempo estará asociado con su primer matrimonio fallido con la difunta princesa Diana.
Su primera declaración como rey
«La muerte de mi amada Madre, Su Majestad la Reina, es un momento de la mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Lamentamos profundamente el fallecimiento de una soberana querida y una madre muy querida», expresó en un comunicado el nuevo monarca.
«Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los Reinos y la Commonwealth, y por innumerables personas en todo el mundo. Durante este período de luto y cambio, mi familia y yo seremos consolados y sostenidos por nuestro conocimiento del respeto y el profundo afecto en el que se tenía a la Reina», finalizó.