Este viernes comenzó un referéndum en una parte de Ucrania, controlada por Rusia, que Moscú utiliza para justificar la anexión de cuatro regiones a su territorio. Un responsable ucraniano confirmó que la votación era obligatoria. Los referendos han sido ampliamente condenados por Occidente como ilegítimos y precursores de una anexión ilegal.
«¡Ha comenzado la votación en el referéndum sobre la incorporación de la región de Zaporiyia a Rusia como entidad constitutiva de la Federación Rusa! ¡Volvemos a casa! ¡Buena suerte, amigos!», expresó Vladimir Rogov, responsable de la administración de esa región respaldada por Rusia.
Las votaciones en las cuatro regiones de las provincias de Luhansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, que representan alrededor del 15% del territorio ucraniano, se desarrollarán desde el viernes hasta el martes. Las votaciones se producen después que Ucrania recuperara este mes amplias franjas de territorio en una gran contraofensiva.
Las autoridades pro-Moscú llevaban meses contemplando la posibilidad de los referendos, pero las recientes victorias ucranianas hicieron que los responsables se apresuraran a programarlos. El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha anunciado esta semana un reclutamiento militar para alistar 300.000 soldados para luchar en Ucrania, informó Reuters.
Rusia argumenta que es una oportunidad para que la población de la región exprese su opinión. «Desde el principio de la operación (…) dijimos que los pueblos de los respectivos territorios debían decidir su destino y toda la situación actual confirma que quieren ser dueños de su destino», dijo esta semana el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
Justificar la autodefensa
Al incorporar las cuatro zonas a Rusia, Moscú podría justificar la escalada militar como necesaria para defender su territorio. Putin dijo el miércoles que Rusia «utilizará todos los medios a nuestra disposición» para protegerse, una aparente referencia a las armas nucleares. «Esto no es broma», aseveró.
La votación en Crimea en 2014, criticada internacionalmente, tuvo un resultado oficial del 97% a favor de la anexión formal. Los referendos han sido denunciados por líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el secretario general de la ONU, António Guterres; el presidente francés, Emmanuel Macron, así como por la OTAN, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Los «referendos falsos» son «ilegales e ilegítimo», manifestó la OTAN. Por su parte, la OSCE, que supervisa las elecciones, dijo que los resultados no tendrían fuerza legal porque no se ajustan a la legislación ucraniana ni a las normas internacionales y las zonas no son seguras.
No habrá observadores independientes y gran parte de la población anterior a la guerra ha huido. El Kremlin ya considera que Luhansk y Donetsk, que juntas conforman la región del Dombás que Moscú ocupó parcialmente en 2014, son Estados independientes.
Ucrania y Occidente consideran que todas las partes del país en poder de las fuerzas rusas están ocupadas ilegalmente. Moscú no controla totalmente ninguna de las cuatro regiones, ya que solo alrededor del 60% de la región de Donetsk está en manos rusas. Kiev ha afirmado que los referendos son una señal de que Rusia tiene miedo.