Jonatan Viale cuestionó el discurso del kirchnerismo contra el odio a una semana del atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner. En este caso, enfatizó al principio en el ministro del Interior Wado de Pedro, quien se pronunció en contra del atentado hace unas horas. Sin embargo, seis días antes, había acusado al periodismo por subestimar todas las advertencias sobre las amenazas que estaba recibiendo la expresidenta.
«¿Cómo se dialoga con gente que odia la democracia? ¿Cómo se dialoga con gente que odia la división de poderes? Porque ellos odian la división de poderes«, cuestionó el periodista en su columna editorial de Radio Rivadavia. También arremetió contra Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de Mujeres, por su crítica a la oposición al nombrar a Cristina Kirchner como una «yegua» y reducirla a lo bestial. Pareció olvidar, entonces, que el kirchnerismo permanentemente señala a los militantes del macrismo y la derecha como «gorilas».
«¿Y si nos ponemos de acuerdo? Está mal decir ‘yegua’, está mal decir ‘gorila’. ¿Cómo se dialoga con esta gente que acusa de gorila, de fascista al que pide división de poderes?», criticó Jonatan Viale. No es una cuestión de uno o dos dirigentes del kirchnerismo, entonces, sino de toda una construcción del discurso apuntada a chicanear al que «piensa distinto».
De esta manera, según el politólogo, uno de los sueños de Cristina es «cortarnos el micrófono y que dejemos de hablar». Lo más lamentable, indicó, es que eso puede llegar a pasar, ya que ha sucedido con funcionarios como Carlos Heller y el intendente de Ensenada Mario Secco. Ni hablar de los dirigentes que, sin chistar, apuntaron con insultos contra los líderes de la oposición.
En conclusión, el kirchnerismo sigue echando la culpa a un otro responsable de los errores. La corrupción es culpa de Nicolás Caputo, el atentado a Cristina Kirchner es culpa del periodismo y la inflación es culpa de Mauricio Macri. El oficialismo, entonces, no hace más que dividir con una lógica expulsiva: «Si vos no estás con nosotros, sos antipatria».