Desde el jueves por la noche hasta hoy, martes 5 de septiembre, las cuestiones de odio y disputas entre oficialismo y oposición se agrandaron. Desde el kirchnerismo sostienen que la oposición y los medios de comunicación son responsables del ataque armado que sufrió Cristina Kirchner mientras que desde el ala liberal Nahuel Sotelo les respondió en el parlamento.
El diputado provincial por La Libertad Avanza llevó un conjunto de titulares que los usó para exponer los mecanismos del oficialismo que ahora acusa a los demás partidos de generar odio. «No fue la derecha quien sostuvo que las pistolas taser había que probarlas con los hijos de Bullrich como hizo Hebe de Bonafini. Algunos van a decir que ya no es del oficialismo pero no fue la derecha la que dijo que a Macri había que fusilarlo en plaza de mayo adelante de todo el pueblo», inició el dirigente en referencia a Luis D’Elía.
«Tampoco fue un referente de la cultura liberal el que dijo que tenía ganas de agarrar un camión y jugar al bowling en la 9 de Julio luego de un banderazo de la oposición», agregó Sotelo sobre el comediante Daddy Brieva. Además, recordó que «Grabois dijo que estaban dispuesto a dejar que corra sangre en las calles. Es toda de ustedes al igual que el cantito que quilombo se va a armar».
En este miso sentido, el diputado se preguntó: «¿Con que cara repudiamos la violencia si incitaban a esto?. No confundamos el odio con la impunidad», reiteró el dirigente que representa al espacio de Javier Milei. Sin embargo, esto no fue todo porque sobre el final de su descargo también apuntó contra el frente de izquierda, un partido con el que suele tener cruces.
Liberales contra la izquierda
Antes de cerrar con su descargo, Sotelo recordó que «los compañeros de izquierda que levantan el dedo diciendo que somos fachos y que Milei promueve el odio son quienes alientan a tirar piedras a las instituciones. Son la izquierda los que tiene a militantes que dicen que hay que aplastarlo con lucha y organización», indicó mientras mostró una fotografía en la que golpean un dibujo del economista.
