Diputados del Frente de Todos impulsarán en los próximos días un proyecto de ley para incorporar al Código Penal la figura del «lawfare«. La intención es fijar una pena de hasta diez años a los jueces y magistrados que actúen con «malicia» y que afecten los derechos políticos de las personas. La iniciativa sale a partir del proceso judicial que atraviesa Cristina Kirchner por la causa Vialidad. En ese marco, el fiscal Diego Luciani pidió una condena de 12 años de prisión.
La iniciativa es elaborada por la diputada Gisela Marziotta y el titular de la comisión de Seguridad Interior, su par Ramiro Gutiérrez, también del Frente de Todos. Según Télam, son quienes la presentarán esta semana al bloque oficialista. El objetivo es reunir el consenso de todo el bloque, señalaron los autores de esta propuesta. Planificaron el proyecto junto a expertos en derecho constitucional y la secretaria parlamentaria de bloque, Paula Penacca.
Consultado por la iniciativa, el diputado Gutiérrez contó que su tratamiento en el bloque ocurrirá esta semana. Hasta entonces, continuará la tarea de actualizar y mejorar el delito de prevalicato (artículos 269, 270, 273 y 274 del Código Penal). Agregó que eso permitiría incorporar «acciones no previstas, basadas en la malicia y con la finalidad de cercenar el libre ejercicio de los derechos constitucionales políticos».
Las penas que proponen desde el Frente de Todos
«Para todos estos casos se establece la pena de cárcel (hoy es multa e inhabilitación), para establecer congruencia y proporcionalidad con otras figuras de igual gravedad previstas en la ley penal«, añadió. En relación a la eventual figura penal del lawfare, el legislador señaló que abarcaría varias figuras. Estas son tanto «al juez, fiscal, asesor o funcionario encargado de emitir dictamen ante la autoridad judicial que actúe maliciosamente».
Por su parte, Marziotta justificó la presentación del proyecto al plantear que el lawfare constituye un «vacío legal» para el funcionamiento de los poderes del Estado. «Es un peligro, no solamente para los gobiernos y líderes populares, sino para todo el sistema democrático que ve que, si hay lawfare, no hay democracia», puntualizó la diputada.
«El peligro que encierra es más enorme y está sucediendo a nivel regional, no nos pasa solo a nosotros. Hay un plan detrás del lawfare», amplió en declaraciones periodísticas. Por esa razón, explicó, «la idea es convertirlo en un delito penal, tipificándolo para que sea penalizado». «no se puede aceptar que se utilice el poder judicial de un magistrado en forma maliciosa para afectar los derechos políticos de los demás ciudadanos», agregó.
Qué pasará con el proyecto según ellos
Desde el oficialismo reconocieron que es poco probable que un proyecto de estas características avance en el recinto. La razón es la extrema paridad entre el FdT y JxC. De todas formas, señalaron que el primer objetivo es instalar el debate en la agenda pública. En los últimos tres años, el Frente de Todos no pudo hacer avanzar ninguna reforma de la Justicia. Los cambios por el oficialismo no solo son rechazados por la oposición. Tampoco los acompañan el Interbloque Federal y la mayoría de los bloques provinciales.