Canadá tardará varios meses en restaurar las infraestructuras críticas después de que el potente huracán Fiona dejó un rastro de destrucción «sin precedentes». Los científicos aún no han determinado si el cambio climático influyó en Fiona. Pero en general el calentamiento del planeta está haciendo que los huracanes sean más húmedos, más ventosos y más intensos.
«Es como una zona de guerra», expresó Brian Button, alcalde de Port aux Basques, una de las ciudades más afectadas en el extremo suroeste de Terranova, con poco más de 4.000 habitantes. «Más de 20 casas fueron destruidas y el costo de los daños «es de millones (de dólares) aquí ahora», agregó.
Hasta ahora, no se confirmó ningún fallecido, pero la policía de Terranova está buscando a una mujer de 73 años que, según sospechan, fue arrastrada por el mar. «La mujer fue vista por última vez dentro de su residencia momentos antes de que una ola golpee a la casa, arrancando una parte del sótano. No se la ha visto desde entonces», informó la policía en un comunicado.
Fiona azotó el sábado el este del país, obligando a realizar evacuaciones con vientos de hasta 170 kilómetros por hora. Aunque la magnitud de la devastación de Fiona no está clara, la tormenta podría ser uno de los desastres naturales más costosos de Canadá, publicó Reuters.
El Centro Canadiense de Huracanes estimó que Fiona fue la tormenta de menor presión que tocó tierra en el registro de Canadá. En 2019, Dorian golpeó la región alrededor de Halifax, Nueva Escocia, derribando una grúa de construcción y cortando la electricidad. Fiona, en cambio, parece haber causado grandes daños en al menos cinco provincias.