A dos semanas del intento de magnicidio en su contra, se conoció que Cristina Kirchner teme por la seguridad de sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner. En especial, por la del diputado nacional y líder de La Cámpora, más expuesto públicamente. Tiene una “enorme preocupación”, consignó en este sentido el abogado José Manuel Ubeira, que patrocina a la vicepresidenta en la causa por el hecho del pasado 1 de septiembre.
“Ella está absolutamente tranquila, sigue con su vida normal, cotidiana, pero con enorme preocupación por sus hijos, sobre todo por Máximo, que es el que anda todo el día por la calle y va al Conurbano”, sostuvo este jueves el letrado en declaraciones a Futurock. Asimismo, se refirió al avance de la causa que investiga el atentado que sufrió la titular del Senado en la puerta de su domicilio y destacó la tarea de la jueza María Eugenia Capuchetti.
“La intención es seguir el ritmo de los acontecimientos. La jueza me dijo que lo que tiene que hacer ahora es ordenar la cantidad de información que tiene, darle absoluta garantía a todo el mundo y que el expediente se lleve conforme al libro”, remarcó. En ese sentido, Ubeira afirmó que “el interés de Cristina es que no haya ningún tipo de interferencia ni de la política ni de ningún juez del edificio” de los tribunales de Comodoro Py.
Al ser consultado sobre la posibilidad de impulsar un pedido de recompensa para aquellos que brinden información sobre la denominada “banda de los copitos”, el abogado descartó esa chance por considerar que así “se habilitaría la cacería de brujas más grande de la historia argentina”. Luego, el representante legal de Cristina analizó la cantidad de detenciones y pruebas que hay en el expediente del atentado.
Sobre ello, señaló que “lejos del loquito suelto, el lobo solitario, ahora se ve una organización primaria y a esta altura del partido no se sabe cuáles van a ser las terminales, que tienen más trascendencia de la que se piensan y ramificaciones en todo el país”. “Es el resultado de años de prédica deshumanizando a la vicepresidenta, tratándola de chorra, put*, loca, yegua. Lo que más pena le da a Cristina es que son pibes de 20 años y eso hace pensar en cuál es el país que hemos gestado en estos últimos tiempos”, concluyó Ubeira.