Un equipo de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegó este jueves al complejo de la central atómica de Zaporiyia para evaluar el riesgo de una catástrofe radiactiva. La visita se retrasó un par de horas por los bombardeos entre Rusia y Ucrania cerca del lugar.
La situación de la central nuclear, la más grande de Europa, se ha ido deteriorando durante semanas. Moscú y Kiev se han acusado mutuamente de los bombardeos en las inmediaciones. Esto ha alimentado los temores a una catástrofe radiactiva como la de Chernóbil. Un reportero de Reuters vio llegar al equipo del OIEA en un gran convoy con una fuerte presencia de soldados rusos en las inmediaciones.
Una fuente ucraniana con conocimiento de la situación explicó a Reuters que la misión «puede resultar más corta de lo previsto». La empresa nuclear estatal Energoatom dijo que los bombardeos rusos habían obligado a cerrar uno de los dos únicos reactores en funcionamiento en el lugar. Mientras que Moscú expresó que había frustrado un intento ucraniano de tomar la planta.
El gobernador ruso del distrito de Zaporiyia, Yevgeni Balitski, explicó que al menos tres personas habían muerto y cinco habían resultado heridas en lo que, según él, era un bombardeo ucraniano de Energodar que también había destruido tres guarderías y la Casa de la Cultura. Por la mañana se cortó el suministro eléctrico de la ciudad, informó Reuters.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Moscú estaba haciendo todo lo posible para garantizar que la central pudiera funcionar con seguridad y para que los inspectores pudieran completar sus labores. El jefe del OIEA, Rafael Grossi, dijo que era consciente del «aumento de la actividad militar en la zona», pero que seguiría adelante con el plan de visitar las instalaciones y reunirse con el personal.
