Distintos grupos de estudiantes secundarios protagonizaron el jueves protestas en las calles céntricas Santiago de Chile, por tercer día consecutivo, y en medio de un rebrote de violencia, de características similares al que se había dado en el estallido social en el año 2019.
Los jóvenes exigen «educación digna» y un nuevo proceso constituyente, luego de la victoria del «rechazo» en el plebiscito sobre la nueva Constitución el domingo. Además, piden que se libere a los presos, detenidos durante las protestas de hace tres años. Los manifestantes se reunieron en la Alameda y calles aledañas, cerca del Palacio de la Moneda, informó NA.
En la jornada del jueves, al igual que en las previas, se registraron choques entre los manifestantes y personal de Control de Orden Público (COP) de Carabineros. Como era de esperarse se produjo un enfrentamiento, en el que los jóvenes arrojaron piedras y otros objetos contundentes a la policía, y además incendiaron dos autobuses.
Asimismo, alrededor de 200 estudiantes se organizaron para manifestarse en las estaciones de Metro Santa Isabel de Línea 5 y Los Leones en la Línea 1. Por ello, el metro se vio obligado a cerrar estas y otras estaciones para evitar posibles incidentes.
Tras el rechazo a la propuesta constitucional, los partidos políticos chilenos sostuvieron una reunión el miércoles en el Congreso para delinear un nuevo itinerario constituyente que reemplace la heredada carta magna de la dictadura de Augusto Pinochet.
Tras los enfrentamientos, la nueva ministra de Interior, Carolina Tohá; el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve y altos mandos de Carabineros se reunieron para coordinar nuevas acciones preventivas. Según el Gobierno del presidente de izquierda Gabriel Boric, durante las últimas jornadas de manifestaciones, 42 personas fueron detenidas.
