El Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) viene negociando un incremento salarial con las grandes empresas multinacionales radicadas en Argentina desde hace 120 días y aún no hay acuerdos. Esto generó el paro en algunas fábricas y como consecuencia la baja de la producción que terminó disparando los precios en las góndolas de los comercios.
«Hoy se confirmó un nuevo paro del gremio de los neumáticos que hace más de 120 días vienen negociando incrementos salariales sin éxito. Fueron marcando distintas medidas de fuerza como bloqueo de las plantas que derivaron en la caída de la producción. Esto generó faltantes en los comercios y una disparada de precios», señaló el periodista que presentaba la noticia en A24.
«Un neumático que sale de fabrica a 17.000 pesos sale a venderse en el comercio minorista a 70.000 pesos. Por lo tanto, habla de una situación irregular y una especulación de los minoristas, según los empresarios», explicó el cronista y agregó: «Tenés un desabastecimiento total en el mercado y por eso suben tanto los precios y los robos».
«En la Argentina aún con un dólar cercano a los 300 pesos cuesta más caro un neumático con respecto a otros países como Paraguay. Por ejemplo, acá un neumático Bridgestone Turanza para autos medianos cuesta entre $90.000 y $120.000. En Uruguay cuesta la mitad o incluso menos», sentenció el comunicador. Luego, entrevistaron a los cuatro principales representantes del sindicato SUTNA para comprender mejor el trasfondo gremial.
Precios elevados y salarios bajos: la mirada del sindicato
Jorge Toledo, secretario general SUTNA de Llavallol, manifestó: «Venimos de un conflicto que viene de largos meses y estamos reclamando un incremento salarial razonable frente a las ganancias exorbitantes que tienen las empresas de neumáticos. Lo que buscamos es progresivamente reconstruir los salarios que están totalmente deteriorados desde hace más de dos décadas».
«Un trabajador que recién ingresa cobra un promedio de 120.000 pesos y dependiendo el sistema de trabajo hacen que un trabajador cada 45 o 55 días pueda tener un fin de semana con su familia. Frente a ese enorme sacrificio lo que estamos pidiendo es poder decirles a nuestras familias que vamos a estar un poquito mejor», argumentó Toledo.
«Nosotros planteamos un reclamo totalmente justo y hemos recibido provocaciones de parte de las empresas. En Bridgestone amenazan a trabajadores y los llevan a reuniones sin que pueda estar la representación gremial. También está la constante presencia de la policía bonaerense adentro de la planta. En estos momentos las fabricas están trabajando, pero realizamos asambleas continuas», concluyó el gremialista.