El ataque armado a Cristina Kirchner tiene dos imputados, Fernando Sabag Montiel y su pareja Brenda Uliarte. Entre ambos planificaron la agresión contra la vicepresidente del pasado primero de septiembre aunque investigan si hay más involucrados en la inteligencia previa del conflicto como Agustina Díaz y Nicolás Carrizo, con quienes intercambiaron mensajes luego de gatillarle en dos ocasiones a la exmandataria.
En un principio, los acusado se negaron a prestar declaración indagatoria. Con el correr de los días comenzaron a hablar con la jueza María Eugenia Capucetti y prestaron sus teléfonos para que sean sometidos a peritajes, lo que destapó que pueda haber más cómplices. Sin embargo, el brasileño de 35 años habría pedido ser defendido por el fiscal Diego Luciani.
«Yo no quiero a este defensor, quiero a Luciani«, le habría dicho Fernando Sabag Montiel a la jueza durante su declaración. «Luciani no defiende, es fiscal», le contestó Capuchetti pero el acusado no quedó conforme: «No me importa, yo lo quiero igual», le retrucó según informaron en C5N en base a una nota de Alconada Mon, quien tuvo acceso a los dichos del imputado.
El rol de Diego Luciani contra Cristina Kirchner
Desde el propio medio señalan que «Luciani pasó a ser un líder, un referente para este grupo» que atacó a Cristina Kirchner. Es por ello que Fernando Sabag Montiel deseó que lo defiendan aunque es fiscal, que justamente se encarga de acusar a las personas como lo está haciendo con la expresidente en el marco de la Causa Vialidad, en donde observan que podrían ayudarlos.
El vínculo entre las partes no es menor puesto que ambos, de una u otra manera, van en contra de la líder del Frente de Todos. Además, la agresión a la vicepresidente se dio días después de que Luciani haya pedido 12 años de prisión más la inhabilitación para ejercer cargos públicos contra la dirigente política, un detalle para nada menor.