Este jueves, Rusia siguió adelante con su mayor campaña de reclutamiento desde la Segunda Guerra Mundial. Esto provocó que algunos hombres se apresuraran a salir del país. La orden del presidente Vladimir Putin de movilizar a otros 300.000 rusos profundiza una guerra en Ucrania, donde ya han muerto a miles de personas y pulverizado ciudades.
El reclutamiento masivo puede ser la medida interna más arriesgada de las dos décadas de Putin en el poder, tras las promesas del Kremlin de que no ocurriría y una serie de fracasos en el campo de batalla en Ucrania. Las autoridades detuvieron el miércoles a más de 1.300 personas en protestas contra la guerra en 38 ciudades rusas, según un grupo de seguimiento.
Algunas habían sido citadas para presentarse en las oficinas de alistamiento este jueves, el primer día completo de reclutamiento, informaron medios independientes. Los precios de los pasajes de avión desde Moscú se dispararon por encima de los 5.000 dólares para los vuelos de ida al extranjero más cercanos, y la mayoría se agotaron para los próximos días.
Los cruces de frontera también aumentaron en los pasos con Finlandia y Georgia. «Toda persona normal está (preocupada)», expresó un hombre, que se identificó sólo como Serguéi, al desembarcar en Belgrado, la capital de Serbia, tras un vuelo desde Moscú. «Está bien tener miedo a la guerra», agregó. Un ruso que llegó al aeropuerto de Estambul dijo que se había marchado en parte por la decisión del Kremlin, informó Reuters.
Desde el Kremlin calificaron las informaciones sobre un éxodo masivo de exageradas. «La información sobre la exageración en los aeropuertos y demás es muy exagerada. Hay mucha información falsa sobre esto. Debemos tener mucho cuidado con esto para no convertirnos en víctima de información falsa sobre este asunto», expresó el portavoz Dmitri Peskov.