Las inundaciones sin precedentes de Pakistán, que han sumergido enormes franjas de la nación del sur de Asia, han causado la muerte de casi 1.500 personas, mostraron datos este jueves. Las autoridades intensificaron los esfuerzos de ayuda para las millones de personas afectadas por el desastre.
Las inundaciones provocadas por las grandes lluvias monzónicas y el deshielo de las montañas del norte, han afectado a 33 millones de personas de una población de 220 millones. El agua arrasó viviendas, medios de transporte, cosechas y ganado, con daños estimados en 30.000 millones de dólares.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres informó de que el número de víctimas mortales ascendió a 1.486, entre las que se encuentran unos 530 niños, en el primer balance del país desde el 9 de septiembre. Desde esta fecha el número de muertos se ha incrementado en 90 personas.
En las últimas semanas, las autoridades han levantado barreras para evitar que las aguas de las inundaciones penetren en estructuras clave como las centrales eléctricas, así como en las viviendas, mientras que los ganaderos que se quedaron para intentar salvar su ganado se enfrentaron a una nueva amenaza al empezar a agotar el forraje, informó Reuters.
El Gobierno y la ONU han culpado al cambio climático de la crecida de las aguas. Por las altas temperaturas en verano, miles de personas a abandonaron sus hogares para vivir en tiendas a lo largo de los caminos a la intemperie. En julio y agosto, Pakistán recibió 391 mm de lluvia, casi un 190% más que la media de los últimos 30 años.