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Kazajistán: papa Francisco llamó a hacerle frente a los desafíos de la paz

El pontífice participa del VII Congreso de Líderes de las religiones mundiales y tradicionales, con la presencia de más de 100 delegaciones presentes.

Papa Francisco

Este miércoles desde Kazajistán, el papa Francisco convocó a líderes religiosos de todo el mundo a luchar contra «el odio, la violencia y el terrorismo», al tiempo que consideró que «el mayor factor de riesgo de nuestro tiempo sigue siendo la pobreza». También llamó a hacer frente a los desafíos de la pandemia, la paz, la acogida fraterna entre humanos y el cuidado del ambiente.

«Lo que les propongo no es sólo un camino para ser más sensibles y solidarios, sino un itinerario de sanación para nuestra sociedad», dijo el pontífice a los representantes de más de 100 delegaciones presentes en el Palacio de la Independencia de Nur-Sultán, informó Télam.

«Es precisamente la indigencia la que permite que se propaguen las epidemias y otros grandes males que prosperan en el ámbito de las necesidades y las desigualdades. El mayor factor de riesgo de nuestro tiempo sigue siendo la pobreza», planteó Francisco en la apertura del VII Congreso de Líderes de las religiones mundiales y tradicionales.

«Mientras sigan haciendo estragos la desigualdad y las injusticias, no cesarán virus peores que el coronavirus: los del odio, la violencia y el terrorismo», sentenció. En su segundo día de actividades en suelo kazajo, Jorge Bergoglio mencionó cuatro «desafíos globales» para los que convocó a trabajar al mundo religioso.

«La pandemia, entre vulnerabilidad y cuidados, representa el primero de cuatro desafíos globales que quisiera indicar y que llaman a todos, aunque de manera especial a las religiones, a una mayor unidad de propósitos», enfatizó antes de aseverar que el coronavirus «nos ha puesto a todos en igualdad de condiciones».

No justificar la violencia

«¡Cuántos, todavía hoy, no tienen fácil acceso a las vacunas! Estamos de su parte, no de la parte del que tiene más y da menos», lamentó. Luego, el Papa se refirió a «el desafío de la paz». «No justifiquemos nunca la violencia. No permitamos que lo sagrado sea instrumentalizado por lo que es profano», agregó, sin hacer referencias explícitas a la guerra en Ucrania.

«¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!», reclamó antes de sentenciar que «Dios es paz y conduce siempre a la paz, nunca a la guerra». «Después de los desafíos de la pandemia y de la paz, recabamos un tercer desafío, el de la acogida fraterna», continuó el Papa.

También lamentó que «cada día bebés por nacer y niños, migrantes y ancianos son descartados». «Numerosos hermanos y hermanas mueren sacrificados en el altar del lucro, envueltos en el incienso sacrílego de la indiferencia», agregó. Por último, Francisco convocó a trabajar en un cuarto desafío, el de la protección del ambiente y la denominada «casa común». «Para que sea preservada para las generaciones futuras», fundamentó.