La oposición rusa convocó este miércoles protestas contra el presidente Vladimir Putin, después de que éste ordenara la movilización de 300.000 reservistas para lo que el principal crítico del Kremlin, Alexéi Navalni, considera que es una «guerra criminal fallida» contra Ucrania.
El mandatario ruso ordenó este miércoles la primera movilización de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial y respaldó un plan para anexionar franjas de Ucrania, advirtiendo a Occidente que no iba de farol cuando dijo que estaría dispuesto a utilizar armas nucleares para defender a Moscú.
Navalny, el principal líder de la oposición rusa que actualmente está en prisión, manifestó que Putin estaba enviando a más rusos a la muerte por una guerra fallida. «Está claro que la guerra criminal está empeorando, profundizándose, y Putin está tratando de involucrar a tanta gente como sea posible en esto», expresó en un mensaje desde la cárcel.
«Quiere manchar de sangre a cientos de miles de personas», dijo Navalny. Desde el inicio de la invasión, Putin ha reprimido la disidencia y los medios de comunicación, con miles de detenciones en las protestas contra la guerra y una nueva ley que prevé penas de 15 años de prisión para quienes distribuyan «noticias falsas» sobre el ejército, informó Reuters
La televisión estatal rusa tacha a los críticos de traidores a sueldo de Occidente. Los grupos antibelicistas rusos convocaron protestas callejeras contra la orden de movilización. «Esto significa que miles de hombres rusos —nuestros padres, hermanos y maridos— serán arrojados a la picadora de carne de la guerra», dijo la coalición antiguerra Vesna.
«Ahora la guerra ha llegado a cada hogar y a cada familia», agregaron. En los días posteriores al inicio de la guerra, la policía antidisturbios reprimió las protestas callejeras nocturnas deteniendo al menos a 16.000 manifestantes, según el grupo de derechos OVD-Info.