Este lunes, después de casi dos meses de la renuncia de Boris Johnson, Liz Truss fue nombrada la primera ministra de Reino Unido. De esta forma, gana la carrera por el liderazgo del gobernante Partido Conservador contra el exministro de Economía, Rishi Sunak, en un momento en que el país se enfrenta a una crisis del coste de la vida, al malestar industrial y a una recesión.
Boris Johnson se vio obligado a anunciar su dimisión en julio, tras meses de escándalos que mermaron el apoyo a su gestión. El martes, Johnson viajará a Escocia para reunirse con la reina Isabel II y presentar oficialmente su dimisión. Truss le seguirá y la monarca le pedirá que forme Gobierno.
La ahora exministra de Exteriores se convertirá en la cuarta primera ministra de los conservadores desde las elecciones de 2015. Durante ese periodo, el país ha sido zarandeado de crisis en crisis. Ahora se enfrenta a lo que se prevé que sea una larga recesión desencadenada por una inflación disparada que alcanzó el 10,1% en julio.
«Entregaré un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer nuestra economía», manifestó Truss después de que se anunciara el resultado. «Cumpliré con la crisis energética, lidiando con las facturas de energía de las personas, pero también con los problemas a largo plazo que tenemos sobre el suministro de energía», agregó, replicó Reuters.
También ha dicho que nombrará un gabinete fuerte, prescindiendo de lo que una fuente cercana a ella llamó un «estilo presidencial» de gobierno. Tendrá que trabajar duro para ganarse a algunos legisladores de su partido que habían respaldado a Sunak en la carrera. El país enfrenta una crisis del costo de vida, disturbios industriales, una recesión y una guerra en Europa.