Más de 15 kilómetros de fila y 30 horas de espera para despedir a la Reina Isabel II en Londres MUNDO El Intransigente

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Más de 15 kilómetros de fila y 30 horas de espera para despedir a la Reina Isabel II en Londres

La capilla ardiente estará abierta durante los siguientes cuatro días, antes del funeral del próximo lunes.

Londres vive una jornada histórica con la llegada del féretro de la reina Isabel II que fue instalado en capilla ardiente en Westminster Hall. Allí se observa más de 15 kilómetros de fila de personas que esperan poder despedirla durante cuatro días hasta su funeral oficial el próximo lunes. Se estima que en los alrededores hay más de un millón de ciudadanos y filas de hasta 30 horas para poder darle el último adiós a la reina.

El féretro llegó el martes por la noche al palacio de Buckingham. Durante la jornada de este miércoles, se realizó el traslado hacia el Westminster Hall con una impecable y voluptuosa custodia real. El Rey Carlos III junto a sus hermanos Ana, Eduardo y Andrés, y sus hijos, William y Harry, escoltaban el ataúd, informó NA.

Mientras que, por el lado de Camilla, la reina consorte; la princesa de Gales, Kate, y Meghan Markle, la condesa de Wessex, fueron trasladadas en auto hasta el lugar donde funciona el Parlamento británico. El féretro, cubierto por el estandarte real y la Corona Imperial del Estado, es custodiado por la Guardia de Granaderos y personal de seguridad de la realeza.

Tras un breve servicio religioso, dirigido por el Arzobispo de Canterbury, el líder espiritual de la Iglesia Anglicana, la familia real se fue en silencio, junto a los políticos e invitados que había en el lugar. Desde entonces, el público comenzó a ingresar a la capilla ardiente de manera constante. Estará abierta las 24 horas durante los próximos cuatro días hasta el funeral, el próximo lunes.

Una triste imagen que se repite

En el desfile desde el Palacio de Bukingman a Westminster Hall del féretro de la reina, una imagen se volvió a repetir 25 años después. Junto a Carlos, Ana, Eduardo y Andrés, estaban los príncipes William y Harry. Una escena triste que recuerda cuando, cuando eran niños en 1997, siguieron el ataúd de su madre, la princesa Diana, cuando fue llevado en una procesión similar por el centro de Londres.

También fue una muestra simbólica de unidad, ya que se dice que William, de 40 años, ahora Príncipe de Gales, y Harry, de 37, Duque de Sussex, apenas se hablan después de una amarga pelea en los últimos años. «Fue muy conmovedor ver a la familia. Fue una poderosa muestra de unidad», expresó Jenny Frame, de 54 años, quien esperó más de cuatro horas para ver la procesión. «Creo que es lo mejor de los británicos y muy adecuado para ella», agregó.

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