El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque, reconoció hoy que «fue precipitada la convocatoria» a la misa en honor a Cristina Kirchner. El secretario general de La Cámpora dijo, sin embargo, que «no hay que dramatizar». Explicó que la convocatoria a la misa en la Basílica de Luján, a la cual la oposición se negó a asistir, se dio «en el marco de la consternación».
«Desde nuestra parte, tenemos la predisposición de generar ese marco (de encuentro) porque la situación es muy delicada», apuntó Andrés Larroque en declaraciones radiales. Señaló que «se verá en otra ocasión» la oportunidad de convocar a la oposición a algún tipo de instancia de diálogo por la no violencia y los discursos de odio.
La oposición cuestionó severamente la organización de la misa. El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, le adjudicó al oficialismo la intención de «transformar a la Basílica de Luján en una unidad básica» del Frente de Todos. El dirigente kirchnerista, en tanto, le bajó la temperatura al reclamo. «No hay que dramatizar. El otro día se dio un impulso natural de ir a Luján por lo que significa la Virgen para el pueblo argentino y por todo lo que ocurrió. Pero desde ya fue precipitada la convocatoria», admitió Larroque.
Incluso el arzobispo que ofició la ceremonia religiosa se mostró arrepentido. «Quisiera hacer una aclaración. Este fin de semana los obispos de la Argentina invitamos a todo el país a rezar por la paz. No pensamos en una misa ni en un evento central. Pero cuando el intendente de Luján me propuso hacer esta misa le dije que sí. Pero fue creciendo la envergadura de la misa y yo quiero pedir disculpas”, indicó.
Reflexión de Andrés Larroque sobre la nueva amenaza
Consultado sobre la nueva amenaza de muerte que recibió Cristina Kirchner, Larroque dijo que le «estremece» la situación. Analizó que «antes los sectores más violentos de la sociedad estaban en el subsuelo, no en el nivel político». «La radicalización que se fue dando en el clima político en la Argentina generó condiciones para que esas personas», consideró.
En este contexto, Larroque indicó que el desafío que tiene la dirigencia política es «demostrar que la democracia tiene vitalidad». Asimismo, en línea con lo dicho por el presidente remarcó que esas actitudes violentas «deben volver a ser expresiones marginales».