Este viernes, el Kremlin manifestó que los ataques contra cualquier parte de la franja de Ucrania que el presidente Vladimir Putin estaba a punto de anexar serían considerados una agresión contra la propia Rusia. Además, agregaron que Moscú lucharía para tomar la totalidad de la región oriental de Donbass.
Putin debe proclamar la anexión de casi una quinta parte de Ucrania este viernes, intensificando su guerra de siete meses y llevándola a una nueva fase impredecible. Moscú declara que las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, ocupadas en gran parte o en parte por fuerzas rusas o respaldadas por Moscú, forman parte de Rusia.
Cuando los periodistas le preguntaron si un ataque de Ucrania a los territorios que Rusia reclama como su tierra se consideraría un ataque a Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: «No sería otra cosa». Putin expresó la semana pasada que estaba dispuesto a usar armas nucleares para defender la «integridad territorial» de Rusia.
Rusia se está moviendo para anexar las regiones después de celebrar lo que llamó referéndums en las áreas ocupadas de Ucrania. Los gobiernos occidentales y Kiev manifestaron que estas votaciones organizadas apresuradamente violaron el derecho internacional y fueron coercitivas y totalmente poco representativas, informó Reuters.
Los detalles exactos de la anexión de Rusia no están claros, pero parece que Rusia reclama unos 109.000 kilómetros cuadrados del territorio ucraniano. Además de Crimea, que ya había anexado en 2014. Si Moscú pudiera establecer el control sobre toda el área que reclama, Putin habría anexado cerca del 22% de Ucrania, cuyas fronteras Rusia reconoció en un tratado después de la caída de la Unión Soviética.