El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el jueves que buscará la reelección en los próximos comicios de 2024, a pesar de que la Constitución prohíbe un segundo mandato consecutivo. El año pasado, la Corte Suprema de Justicia, impuesta por diputados de Bukele, avaló la reelección presidencial sucesiva, desatando una ola de críticas.
«Anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la presidencia», expresó el polémico mandatario de 41 años durante su mensaje por el Día de la Independencia. Bukele, quien ha liderado una ofensiva contra las pandillas que asolan al país y adoptó el bitcoin como moneda de curso legal, goza de altos niveles de popularidad entre la ciudadanía desde que asumió el cargo en 2019.
«Las prohibiciones de reelección solo existen en el tercer mundo. El pueblo debe tener el derecho de rechazar o continuar el camino que lleva», añadió el gobernante en su discurso, aunque no dejó en claro cómo haría para participar en la próxima votación, informaron Reuters y Bloomberg.
Una encuesta realizada por Cid Gallup en abril, mostró que el 91% de los encuestados apoyaba la represión de Bukele contra las bandas criminales que regularmente colocan a El Salvador cerca de la parte superior de la lista en términos de la mayoría de los homicidios per cápita. Los grupos de derechos humanos, sin embargo, han criticado la falta de procesos judiciales, los arrestos arbitrarios y violentos y las muertes bajo custodia.
Antes del anuncio de Bukele, la calificación crediticia de El Salvador fue rebajada el jueves por Fitch Ratings, quien dijo que su alto déficit de cuentas corrientes y las próximas grandes amortizaciones de la deuda internacional hacen «probable algún tipo de incumplimiento». La nueva calificación CCC pone a la nación centroamericana a la par con Ucrania, devastada por la guerra.
