Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, manifestó que el atentado que sufrió Cristina en Recoleta no terminó en algo grave porque «Dios puso la mano«. En ese marco, Maduro dijo que tuvo una conversación ayer por la tarde con la vicepresidenta y calificó la charla como «espiritual y bonita». También, habló sobre los discursos de odio.
«Realmente no terminamos de salir del asombro y la conmoción que esto provocó en todo el continente y mas allá. Argentina es una referencia para nuestro pueblo y estos eventos tocaron las alarmas. Ver la repetición de las imágenes pareciera imposible e increíble que esto suceda en el siglo XXI. Nosotros hemos vivido situaciones parecidas», señaló Maduro en una entrevista para Radio 10.
«Es una acumulación de campañas de odio, de polarización negativa y excluyente. Cuando vimos las imágenes dije: Dios puso su mano y le dio el milagro de la vida a la vicepresidenta. Tiene que funcionar la Justicia, porque si hay impunidad, la gente que promueve la eliminación del adversario siente que tiene el camino libre», comentó el mandatario que gobierna Venezuela desde el 2013.
«Los mensajes de odio también tienen su límite en medios de comunicación y en redes. Nosotros hemos construido una conciencia crítica del pueblo de Venezuela sobre estos contenidos. El odio se derrota con el amor por la vida, la patria y la verdad. Esas dosis de veneno y odio que inoculan a través de medios y redes nosotros desde nuestro lado tenemos que enarbolar la bandera del amor y la democracia», insistió Maduro.
«Yo lo primero que hice esa noche fue enviarle un mensaje a Alberto Fernández de solidaridad y apoyo y le pedí que se lo transmitiera a la vicepresidenta y a todo el pueblo argentino. Ayer en la tarde tuve una conversación con la vicepresidenta para expresarle la consternación del pueblo de Venezuela. Fue una conversación muy espiritual y muy bonita», concluyó.
