Éste viernes, el Kremlin anunció dejaría de vender petróleo a los países que imponen precios máximos a los recursos energéticos de Rusia, límites que, según el Kremlin, conducirían a una desestabilización significativa del mercado mundial de petróleo.
«Las empresas que imponen un tope de precios no estarán entre los destinatarios del petróleo ruso», explicó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una conferencia telefónica. Los ministros de Finanzas del G7 se reunirá virtualmente este viernes y se esperaba que reafirmaran los planes para imponer un límite de precio a las compras de petróleo ruso con el objetivo de reducir los ingresos que fluyen a Moscú.
«Simplemente no cooperaremos con ellos sobre principios ajenos al mercado», agregó el funcionario ruso. La Unión Europea impuso a principios de este año una prohibición parcial a las compras de petróleo ruso, que, según Bruselas, detendrá el 90% de las exportaciones de Rusia al bloque de 27 miembros cuando entre en vigor por completo.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó este viernes que era hora de que el bloque considerara un límite de precio similar en las compras de gas ruso. Peskov explicó que «son los ciudadanos europeos los que están pagando el precio» de tales medidas, impuestas en respuesta a la campaña militar de Moscú en Ucrania, informó Reuters.
«Rusia estaba estudiando cómo un precio máximo en sus exportaciones de petróleo podría afectar su economía», dijo Peskov. Antes de que Rusia enviara miles de tropas a Ucrania en febrero, Europa era el destino de casi la mitad de las exportaciones de crudo y productos derivados del petróleo de Rusia, según la Agencia Internacional de Energía.