La reina Isabel II murió debido a su edad avanzada, según dice su certificado de defunción, que fue publicado por el Registro Nacional de Escocia este jueves. La monarca más longeva de Reino Unido murió a los 96 años en el castillo de Balmoral, su casa de verano en las tierras altas de Escocia, el pasado 8 de septiembre.
Según el certificado, la hora de su muerte fue a las 15:10 hora local. El Palacio de Buckingham emitió un comunicado poco después de las 12:30 horas de ese día para decir que los médicos estaban preocupados por la salud de la reina y que permanecerían bajo supervisión médica. Su muerte se anunció oficialmente a las 18:30 horas.
Dos días antes había cumplido su última misión oficial, el nombramiento de Liz Truss como primera ministra. La reina estuvo 70 años en el trono. Sufría desde finales del año pasado lo que el Palacio de Buckingham denominó «problemas episódicos de movilidad». Esto la obligaban a retirarse de casi todos sus compromisos públicos.
El certificado muestra que su muerte fue registrada por su única hija, la princesa Ana. Ana acompañó el féretro de su madre en su viaje de Balmoral a Londres. «Tuve la suerte de compartir las últimas 24 horas de la vida de mi querida madre», expresó Ana, informaron Reuters y Bloomberg.
Isabel fue sepultada en el Castillo de Windsor, el 19 de septiembre. Durante cinco días, su familia, amigos y la nación se despidieron con cariño de la difunta monarca. Para la mujer que nunca tuvo la intención de ser soberana, la reina cumplió su promesa de servir a la nación y la Commonwealth y se ganó el respeto de muchos, desde líderes mundiales hasta el público.
