Este martes, Ucrania manifestó que pretendía liberar todo su territorio tras hacer retroceder a las fuerzas de Rusia en el noreste del país en una rápida ofensiva. Pero pidió a Occidente que acelere las entregas de sistemas de armas para respaldar el avance.
Desde que Moscú abandonó el sábado su principal bastión en el noreste del país, su peor derrota desde los primeros días de la guerra, las tropas ucranianas han reconquistado decenas de ciudades en un sorprendente cambio de ritmo en el campo de batalla.
En la región nororiental de Járkov seguían librándose combates, según declaró la viceministra de Defensa, Hanna Malyar. Además afirmó que las fuerzas ucranianas estaban avanzando a buen ritmo porque están muy motivadas y su operación está bien planificada. «El objetivo es liberar la región de Járkov y más allá, todos los territorios ocupados por la Federación Rusa», expresó.
En un discurso por video a última hora del lunes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió a Occidente debe acelerar las entregas de sistemas de armas. También manifestó a sus aliados que «refuercen la cooperación para derrotar al terror ruso». Las fuerzas rusas controlan alrededor de una quinta parte del país en el sur y el este, pero Kiev está ahora a la ofensiva en ambas zonas, informó Reuters.
Los militares ucranianos no informaron de nuevos avances este martes. Pero anunciaron que las fuerzas rusas estaban bombardeando partes de la región de Járkov, retomada por Ucrania, y atacando más al sur en la región de Donetsk, que Moscú pretende capturar para sus aliados separatistas.
Denis Pushilin, jefe de la separatista República Popular de Donetsk, dijo que sus fuerzas estaban repeliendo las ofensivas ucranianas y que creía que la situación mejoraría. Serhiy Gaidai, gobernador ucraniano de la región de Lugansk, bajo control ruso, afirmó que podría esperarse una gran ofensiva ucraniana allí este martes. Reuters no pudo verificar de inmediato los informes sobre el campo de batalla.