Luis Novaresio se refirió a la muerte de la reina Isabel II y trazó un paralelismo con Argentina. El periodista no pudo evitar hablar sobre el deceso de la monarca británica, pero relativizó la ausencia de discusión por su importancia en Inglaterra con las discusiones contantes que hay en el país. También volvió a cruzar al kirchnerismo por la utilización del intento de magnicidio a la vicepresidenta.
El conductor de Buen Día Nación inevitablemente, por su repercusión a nivel mundial, hizo mención respecto a la muerte de Isabel II de Inglaterra. En primer lugar le respondió a aquellos que cuestionan que se hable sobre el tema: ”Me sorprende ese discurso de cipayos, vende patria por ocuparnos sobre la muerte de la reina Isabel. Por ahí son los mismos que están vacunados por las vacunas inglesas, medicamentos ingleses o han avanzado en la tecnología del conocimiento”, opinó.
En esa misma línea admitió su admiración sobre la Justicia de la isla europea: “Me apasiona muchísimo el sistema jurídico británico que representa a la reina en la cúspide de este sistema donde es un lugar de no discusión. Me parece interesante porque, incluso para insultar a la reina, se suben a un banquito para no pisar suelo británico”, sostuvo en su reflexión diaria.
A continuación cambió rotundamente de tema y se paró en el ministro del Interior, Wado de Pedro. El funcionario criticó al periodismo, la oposición y a la Justicia, y al día siguiente llamó al diálogo político: “Wado parece que ha sido lanzado, tengamos en cuenta que es Cristina puro, de buscar el diálogo, lo de la misa y después que dijo lo que dijo siendo un ministro del Interior”, cuestionó.
Como cierre arremetió contra el kirchnerismo por utilizar el atentado contra su líder política: “La única violencia fue, frente al intento horrible de magnicidio condenable, como vino después. Es el kirchnerismo fuera del sistema haciendo un juicio, es decir, no es Sabag son los periodistas, los jueces, los opositores y hay que condenarlos por discurso del odio. Eso es violencia”, concluyó.