Este jueves, un activista pegó su cabeza al vidrio que cubre la mundialmente famosa pintura «La joven de la perla», de 1655, en un museo de La Haya, para denunciar el calentamiento global. «La obra de arte no resultó dañada», informó el personal del museo Mauritshuis, en Holanda.
Además, «otro segundo activista pegó su mano a la pared junto a la obra del maestro holandés Johannes Vermeer y se arrojó un líquido no identificado», explicó el museo. «Se notificó a la policía y arrestaron a tres personas. Nuestro restaurador inspeccionó el estado de la pintura. Afortunadamente, la obra maestra cubierta de vidrio no resultó dañada», agregaron.
En videos difundidos en redes sociales, uno de los activistas gritó: «¿Cómo te sientes cuando ves que algo hermoso e invaluable aparentemente se destruye ante tus propios ojos?». «Ese es el mismo sentimiento cuando ves que el planeta está siendo destruido», agregó.
La policía holandesa anunció que se habían realizado tres arrestos en un museo, pero no proporcionó detalles. La protesta se produjo menos de dos semanas después de que los activistas de Just Stop Oil arrojaran sopa sobre la pintura «Los girasoles» de Vincent van Gogh en la Galería Nacional de Londres, informó Reuters.
El lunes, dos simpatizantes del grupo alemán Letzte Generation lanzaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet, expuesto en el museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín. Todas las pinturas estaban detrás de un vidrio y no sufrieron daños.
Horas antes, dos activistas de la agrupación Just Stop Oil vandalizaron la estatua de cera del rey Carlos III que se encuentra en el museo de Madame Tussauds, en Londres. En esta ocasión, los ambientalistas le arrojaron tortas de chocolate bajo la consigna de que el Gobierno inglés «detenga las nuevas licencias de petróleo y gas».