Amenazas a Cristina Kirchner: se entregó Sabrina, hija del "Coco" Basile, ligada a Revolución Federal POLÍTICA El Intransigente

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Amenazas a Cristina Kirchner: se entregó Sabrina, hija del «Coco» Basile, ligada a Revolución Federal

Tras haber amenazado a Cristina Kirchner en algunas marchas, la hija del Coco Basile quedó detenida.

Mientras por un lado la Justicia investiga el ataque armado de Fernando Sabag Montiel contra Cristina Kirchner, por otro también avanzan con las amenazas contra la vicepresidente. La organización más ligada a ello es Revolución Federal que encabezó varias manifestaciones con mensajes intimidantes contra la expresidente y ahora tiene cuatro personas detenidas.

Una de ellas es Sabrina Basile, hija del Coco Basile quien fue entrenador de Boca Juniors y la Selección Argentina entre otros. Según un escrito que presentó el senador kirchnerista Oscar Parrilli, la mujer habría participado en «diversos actos de violencia e intimidación pública» a lo largo del corriente año junto a Jonathan Morel, líder de este espacio político.

Ahora la hija del exdirector técnico de Racing está a disposición del juez Marcelo Martínez de Giorgi luego de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó la casa del exfutbolista y no encontró pistas de ella. Horas después, la imputada se presentó en los tribunales de Comodoro Py 2002 y se espera que mañana sea indagada.

¿Quiénes más están detenidos?

Además de Sabrina Basile, hay otros tres detenidos por la causa que investiga amenazas contra Cristina Kirchner. Ellos son Jonathan Morel, Leonardo Franco Sosa y Gastón Ezequiel Ángel Guerra, todos pertenecientes a Revolución Federal. Con el avance de la causa del ataque armado, encontraron mensajes intimidatorios de ellos y videos con antorchas y guillotinas en la puerta de Casa Rosada.

Según aclaró NA, las causas corren por carriles diferentes aunque en cierto punto están conectadas ya que Brenda Uliarte, coautora del intento de asesinato contra Cristina Kirchner, participó de algunas protestas de este grupo. A partir de allí comenzó esta investigación y descubrieron consignas intimidatorias como «¿hay que pudrirla?» de parte de este espacio.

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