El atentado contra Cristina Kirchner sigue generando sospechas, suspicacias, dudas e idas y vueltas. La empresa Caputo Hermanos S.A. emitió un comunicado con el fin de dejar en claro que nunca existió la posibilidad de financiar a Revolución Federal. La transferencia del dinero para Jonathan Morel fue para la fabricación de muebles destinados al amobalimiento de unos departamentos departamentos se están construyendo en Vaca Muerta.
La familia Caputo, a través de Matías Cúneo Libarona, le hizo llegar al juez Marcelo Martínez de Giorgi un escrito. En la presentación desmienten haber sido financistas de una agrupación política. Lo que se reconoció, por parte del privado, es la contratación de los servicios de Jonathan Morel por su condición de carpintero.
La carta explica cómo Caputo Hermanos le pagó a Morel para la fabricación de muebles y no para matar a Cristina Kirchner. La hermana de la familia, Rosana Caputo, es decoradora de profesión y recurrió al líder de Revolución Federal. Le había encomendado una determinada cantidad de muebles para 60 departamentos ubicados en la zona de Vaca Muerta. Es por eso que se desentendieron de cualquier financiamiento político.
La misiva, entre otras cosas, cuenta que Rosana Caputo «identificó hacia fines del año pasado en la zona del Tren de Boulogne a un carpintero (Morel) para realizar una barra de bar en madera maciza y otras tareas para el salón de usos múltiples del barrio Santa Clara al Sur, dentro del presupuesto que se había decidido para ello”.
Al mismo tiempo, Caputo Hermanos, reconocieron la labor de Morel a la hora de cumplir con el pedido: «Este carpintero tenía maderas macizas (tablones) de buena calidad a muy buen precio (ciprés provenientes del sur). Así nació el interés por él, que cotizó las barras del bar para dicho barrio, unas mesas bajas y una mesa ratona. Hizo muy bien su trabajo», decía el comunicado según NA.