Este lunes, funcionarios del gobierno de Etiopía y la región disidente de Tigray tienen previsto reunirse en Sudáfrica para poner fin a la guerra civil, en medio de la escalada de violencia en la nación africana. «Una delegación de funcionarios etíopes partió hacia Sudáfrica el lunes por la mañana», informó el Servicio de Comunicación del Gobierno etíope.
La guerra tiene su origen en una lucha de poder entre el Gobierno federal y las autoridades de Tigray, que lideraron la coalición gobernante del país hasta que Abiy Ahmed se convirtió en primer ministro en 2018. El conflicto ha causado miles de muertes, ha desplazado a millones de personas y ha dejado a cientos de miles al borde de la hambruna.
Las conversaciones serán mediadas por la Unión Africana. «El Gobierno de Etiopía considera que las conversaciones son una oportunidad para resolver pacíficamente el conflicto y consolidar la mejora de la situación sobre el terreno», agregó el Servicio de Comunicación etíope.
Por su parte, Kindeya Gebrehiwot, un portavoz de las fuerzas de Tigray, dijo que la delegación de Tigray ya ha llegado a Sudáfrica. Agregó que las conversaciones se centrarán en el «cese inmediato de las hostilidades, el acceso de la ayuda humanitaria sin restricciones y la retirada de las fuerzas eritreas, que han luchado junto a las tropas federales etíopes durante el conflicto», informaron Reuters y Bloomberg.
La delegación de Tigray está encabezada por uno de sus principales generales, Tsadkan Gebretensae, y por el portavoz Getachew Reda. La delegación llegó el domingo en un avión militar estadounidense, acompañada por el enviado especial de Estados Unidos al Cuerno de África. Ambas partes se habían comprometido a mantener las conversaciones en Sudáfrica a principios de este mes, pero se retrasaron por razones logísticas.