Walter Santiago, más reconocido en redes sociales como «Alfa», es noticia no solo por su carácter, sino por decir que vio cómo Alberto Fernández tomó coimas. Ante ello, la portavoz Gabriela Cerruti salió a avivar la polémica en el reality Gran Hermano, al decir que «el Presidente no tiene información sobre esta persona ni recuerda haberla conocido». Jonatan Viale, lejos de callarse, no solo se mostró sorprendido por la falta de preocupación en el Gobierno, debido a que «la mitad del país es pobre«, sino también por su banalidad.
«Cerruti, usted dice persona decente y honesta. ¿Una persona decente y honesta hace una fiesta en la Quinta de Olivos mientras encierra a toda la población?», se preguntó el periodista en su columna editorial de Radio Rivadavia. También recordó no solo la polémica por el vacunatorio VIP, sino también sus agradecimientos a Ginés González García y la suspensión de su agenda para visitar a Milagro Sala.
«Portavoz Cerruti, usted dice que Fernández es una persona decente y honesta. Para él, los jubilados cuestan caro», reforzó Jonatan Viale al recordar que una persona del siglo XXI en Argentina no solo vive más, sino que le cuesta más plata al Estado por trabajar menos. También rememoró la vez que culpó a Fabiola Yáñez por la fiesta de cumpleaños clandestina por el error que cometió él.
El problema de fondo según Jonatan Viale
«Pero más allá de si es una buena persona o decente, creo que el problema de fondo es otro, son las prioridades del Gobierno. Este año vamos a tener la mayor inflación de las últimas tres décadas, vamos a cerrar el año con más de 100% de inflación. Una familia necesita más de $200.000 por mes para ser clase media. ¿Y en qué anda el presidente? El Gobierno anda mirando Gran Hermano», sostuvo.
De esta forma, mientras un joven de Argentina no tiene ni para un iPhone, el oficialismo está enfocado en un reality televisivo. «Ese joven que gana $100.000 con suerte debe trabajar 240 meses para comprarse un departamento de un ambiente. Son 20 años», subrayó. Por eso, la historia de los jóvenes en el país termina con ellos yéndose a Ezeiza.
