El adelanto de Máximo Kirchner sobre la posible baja de Cristina Kirchner a la carrera presidencial 2023 sigue impactando en la arena política. Ahora, en medio de la disputa sobre quién o quiénes se postularán para el año que viene, Jonatan Viale vaticinó no solo la supuesta caída del kirchnerismo, sino también la fuga de sus principales dirigentes.
«Cristina sabe que empezó la caída», comunicó en su columna editorial de Radio Rivadavia, al descreer totalmente su posible desestimación por «estar cansada». «Cristina se retira, huye porque no quiere poner la cara ante la paliza venidera», amplió, tomando en cuenta que, si se presentara junto a Mauricio Macri hoy en balotaje, ella sacaría apenas el 32% de los votos. Si se presentara con Horacio Rodríguez Larreta, según las encuestas, terminaría con el 29,3% de los votos.
Asimismo, expuso otros escenarios posibles de balotaje entre referentes que correrían la misma suerte. En el caso que se diera una elección definitiva entre Patricia Bullrich y Sergio Massa, la primera terminaría con el 40% en contra del 34% que sacaría el segundo. Lo llamativo es que un alto porcentaje de votantes, un 26%, no sabría a quién votar, o elegiría hacerlo en blanco.
El decaimiento del kirchnerismo según Jonatan Viale
«En todos los escenarios de todas las encuestadoras de todos los colores políticos hoy, octubre 2022, el kirchnerismo está fuera del poder», sintetizó Jonatan Viale. La respuesta a este decaimiento está en las calles, en las cuales una gran cantidad de personas en situación de vulnerabilidad hacen cola en un banco para cobrar un bono de $22.500.
«Esta es la imagen que Cristina ve para huir, es una sociedad rota que reemplazó el esfuerzo por los planes, el trabajo por la vagancia, el estudio por la ignorancia. Terminó, esto está terminado. Hoy, en Argentina, hay mucha gente convencida de que no conviene levantarse temprano, ni estudiar, ni leer, ni trabajar. Y esto, en algún momento, explota», agregó.
En paralelo, el Gobierno anunció rotundos recortes en Educación que impactarán, por ejemplo, en la infraestructura de jardines maternales y en el fondo docente. Sin embargo, por tratarse de una dirigencia embanderada en lo nacional y popular, el sindicalismo de Roberto Baradel hace oídos sordos al ajuste. Por ende, «el Gobierno dice una cosa, pero hace otra».