El triunfo de Lula da Silva en Brasil dejó expuesta las visiones diversas que hay dentro de Juntos por el Cambio. Las redes sociales reflejaron la división entre «halcones» y «palomas«. Muchos dirigentes que se posicionan en el «ala dura» de la coalición prefirieron llamarse al silencio. Por su parte, los denominados «menos extremistas» saludaron al presidente electo.
La alianza opositora mostró nuevamente que existen ideologías diferentes respecto a lo que ocurre en el país y, en este caso, la región. Con la confirmación del regreso de Lula da Silva al poder en la nación vecina, los referentes de Juntos por el Cambio exhibieron y reafirmaron que hay una suerte de «dos bandos»: los más duros, que no demuestran flexibilidad en lo que piensan, y aquellos que se sienten cómodos en la pluralidad.
En el sector de los «halcones», donde hay muchos referentes del PRO, se mantuvieron al margen de la información que llegaba desde Brasil. Dirigentes como Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y Alfredo Cornejo (de la UCR), no opinaron al respecto. Mauricio Macri se animó a felicitar a Lula manteniendo una estricta cordialidad. Javier Milei, de La Libertad Avanza, también se llamó al silencio.
Las denominadas «palomas», donde abundan representantes de la Unión Cívica Radical, sí saludaron al vencedor del balotaje. Entre los más destacados está Horacio Rodríguez Larreta. El alcalde porteño, pese a ser del PRO, reconoció al «pueblo hermano de Brasil por la jornada democrática que han celebrado y especialmente a @LulaOficial, nuevo presidente electo».
Mario Negri, radical de la provincia de Córdoba, al igual que Rodríguez Larreta, celebró la «jornada democrática» y congratuló al nuevo presidente. Radicales como Martín Lousteau, Gerardo Morales y Facundo Manes también saludaron a Lula da Silva. Del mismo modo ocurrió con Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López, dirigentes de la Coalición Cívica.