«No hay capitán, no hay conducción, no hay liderazgo, no hay gobierno, no hay mando», expuso Jonatan Viale este viernes. El periodista opositor hizo su descargo a raíz de la delicada situación política, económica e institucional que atraviesa la Argentina, actualmente sin rumbo. Casualmente, a 210 días de que Alberto Fernández le declarase la guerra a la inflación, hoy el IPC volvió a arrojar un número por encima del 6%.
«¿Cuál es la excusa de este supuesto presidente que tenemos? ‘Ah, pero Estados Unidos'», indicó en su columna editorial de Radio Rivadavia. De esta forma, comparó la inflación del país norteamericano con la local: en julio de este año, la de allá fue de 0,0%; la de Argentina, 6,8%. En agosto, la inflación en Estados Unidos fue de 0,0%; la de Argentina, 7%.
«La excusa de la guerra de Ucrania, de Rusia, de la pandemia, de los aliens se acabó. Es una mentira, es humo de este no-presidente, de este no-ministro de Economía», agregó Jonatan Viale. Para ejemplificar, demostró con datos que, en los últimos tres meses, Brasil no solo no tuvo inflación, sino que sus precios deflacionaron significativamente. Lo mismo con casi todos los países de la región, como Ecuador y Chile.
El politólogo también expuso cómo el peso argentino se devaluó de forma drástica en 20 años. Mientras que, en 1994, un millón de pesos equivalían a 250.000 dólares, el mismo monto equivale, actualmente, a USD 3000 con dólar Qatar. Con el MEP, el monto pasa a ser de USD 3300; con el blue, USD 3500; con el dólar solidario, USD 3800. «Nos hicieron pelota, nos destrozaron la moneda. Eso se llama megadevaluación y la hizo el kirchnerismo y (Mauricio) Macri», resumió.
Viale, en su editorial, también apuntó contra el ministro de Economía Sergio Massa al remarcarle la inacción para enfrentar «al peor enemigo» de la Argentina. Lo mismo hizo con Matías Tombolini, secretario de Comercio, que se indignó con el Gobierno de Cambiemos, pero ahora calla con la inflación interanual en 83%. Por ese motivo, el columnista no dudo en reafirmar que este Gobierno «es un fracaso estrepitoso».