Jonathan Morel, Leonardo Franco Sosa y Gastón Ezequiel Ángel Guerra, líderes de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal, fueron detenidos por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por amenazas dirigidas a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, vía redes sociales. La Justicia intenta investigar si el grupo tuvo financiación para realizar actos y manifestaciones en las calles.
De acuerdo a datos citados por la agencia NA, la denuncia fue iniciada por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) tras amenazas en redes y audios a través de la plataforma Twitter Space, donde los sindicados proponían acciones violentas para supuestamente despertar a la sociedad del ajuste y el robo de los políticos. Lo cierto es que se trata de una causa que no está vinculada con el intento de asesinato a Cristina.
«¿Hay que pudrirla?», era el titulo sugestivo que presentaba la transmisión en vivo por Twitter del grupo antikirchnerista el pasado 26 de agosto. «Este grupo no solamente activo marchas, escraches contra diferentes espacios políticos, sino que Brenda Uliarte una de las detenidas por el intento de asesinato, fue a una de esas marchas y los seguía a Morel en las redes», señaló un periodista de América TV que presentaba la noticia.
¿Qué se sabe de la agrupación Revolución Federal que amenazó a Cristina?
«Lo que se descubrió hasta ahora de Revolución Federal es que recibieron un aporte en compras de un fideicomiso que está manejado por la empresa Caputo Hermanos y que está vinculada al exministro macrista, Luis Caputo. Los inversores pusieron 7 millones de pesos para comprarle materiales a la carpintería que tenía Morel…, algo que no cierra», insistió el comunicador.
«Sus imágenes se viralizaron cuando pusieron una guillotina de madera en la puerta de la Casa Rosada y dijeron que había que matar a todos los kirchneristas ¿Es un grupo marginal o tiene lazos con el mundo político?», sentenció el periodista, Facundo Pastor en A24, y luego uno de los colegas del estudio le respondió: «Ayer la empresa Caputo Hermanos se presentó ante el juzgado y negó haber financiado a la agrupación, porque el pago a Jonathan Morel por 7 millones de pesos era solamente para trabajos de carpintería».
