La vicepresidenta Cristina Kirchner compartió este sábado en sus redes sociales un artículo periodístico que trata la “trama de mentiras” en torno al intento de asesinato en su contra. A poco de cumplirse dos meses del suceso ocurrido en el barrio porteño de Recoleta, la titular del Senado calificó como “imperdible” una nota del diario Página|12 que aborda las “responsabilidades evidentes y silencios cómplices” de lo ocurrido el pasado 1 de septiembre.
“Imperdible columna de Luis Bruschtein. Sobre responsabilidades evidentes y silencios cómplices”, señaló Cristina Kirchner al publicar un link en su cuenta oficial de la red social Twitter, el cual lleva a una nota del citado periodista. El diario, cuyo propietario es el Grupo Octubre, la tituló: “La trama de mentiras alrededor del intento de asesinato de Cristina Kirchner”.
“Según demostró la investigación sobre Revolución Federal y sobre el atentado contra Cristina Kirchner, los que iban a gritar contra los ‘planeros’ son vagos que no tienen trabajos conocidos reales, los que gritaban contra la militancia rentada de La Cámpora son marginales rentados para estas provocaciones y los que gritaban ‘tengo hambre, hace cuatro días que no como’, como Sabrina Basile, tiene un buen pasar y vive en un departamento de Palermo”, señala la nota en su encabezado.
Para Bruschtein, los integrantes de Revolución Federal, el grupo investigado por amenazas y tener implicaciones en el intento de magnicidio a la vicepresidenta, “son farsantes que, para la provocación, usan un discurso falso que no es espontáneo sino que es una construcción que cumple una función”. “El discurso es funcional a la esencia reaccionaria de Juntos por el Cambio y juega como complemento de las noticias falsas (fake news) y de la persecución judicial con causas falsas contra dirigentes populares (lawfare)”, enuncia el artículo.
En esta línea, agrega que “es el componente exaltado, el que termina de justificar los linchamientos, el gatillo fácil o la violencia institucional, que han sido componentes importantes en el gobierno de Mauricio Macri”, se afirma. Y en ese sentido, se indica que “si no fuera por los ocho y pico de millones que una empresa de la familia del ex ministro de Finanzas de Macri, Luis Caputo, entregó al jefe del grupito, no se sabe de qué vive el personaje en cuestión ni la mayoría de sus integrantes”.
“Justamente, la mujer que gritaba como una desquiciada en Plaza de Mayo que hacía cuatro días que no comía, es de las pocas que está en condiciones de justificar que puede comer muy bien”, remarca el periodista. Además se sostiene en el artículo que “los mismos medios que se han cuidado de no publicar los argumentos de las defensas en la causa por las obras públicas, con la que quieren proscribir a Cristina Kirchner, han publicado cada letra de los descargos de Macri por los negociados que hizo antes y durante su gobierno”.
“Esos mismos medios están publicando con bajo perfil las investigaciones sobre el grupo que realizó el atentado y sobre Revolución Federal, que tienen múltiples puntos de contacto entre ellos. Esa información trata de circunscribir los alcances, hacer un ‘control de daños’. Lo enfocan como si se tratara de grupos marginales sin relación institucional con Juntos por el Cambio”, afirma la nota.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti instruye la causa que se sigue por el intento de asesinato a la vicepresidenta en la que están detenidos Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte, Agustina Díaz y Nicolás Carrizo. En paralelo, el magistrado Marcelo Martínez de Giorgi tiene a su cargo una investigación sobre Revolución Federal, por amenazas contra la exmandataria y las posibles vinculaciones de varios de sus integrantes con el intento de magnicidio.
El juez dispuso esta semana las detenciones de Jonathan Morel, Gastón Guerra, Leonardo Sosa y Basile -hija del ex DT de la Selección argentina Alfio Basile-, integrantes de ese espacio. En la instrucción de esa causa se detectó que empresas ligadas a la familia de Caputo transfirieron fondos por más de $ 7 millones a la carpintería que Morel tenía en la localidad bonaerense de Boulogne, según Télam.
En tanto, este viernes, Morel sostuvo ante la Justicia que él no tuvo “la culpa” de que “un loco” haya querido matar a Cristina, y negó las acusaciones en su contra. Previo a él, había declarado Basile, mientras que los otros dos detenidos, Sosa y Guerra, se negaron a declarar. Los abogados de los cuatro detenidos reclamaron sus respectivas excarcelaciones ante Martínez de Giorgi. Éste le corrió vista al fiscal Gerardo Pollicita y se espera que esos planteos se resuelvan en la brevedad.