Grupos oficialistas que apoyan al Gobierno de Bolivia y opositores al presidente Luis Arce volvieron a enfrentarse este viernes en Santa Cruz de la Sierra, ubicada al noroeste de La Paz, en medio de las protestas que ya llevan tres semanas. El choque entre ambas facciones se dio por un censo demorado, aunque los opositores aducen que el Gobierno lo demoró para evitar que ellos reciban más asientos en el Congreso y recursos estatales.
Por ello, Santa Cruz, motor económico del país, se convirtió en un campo de batalla por los enfrentamientos con bombas molotov, pirotecnia, piedras y otros elementos contundentes, según supo NA. Por el momento, las tres semanas de protestas dejaron un saldo de cuatro muertos y más de 170 heridos, según el Gobierno, que acusó al gobernador de Santa Cruz, Luis Camacho, por la escalada de violencia, luego de que este comenzó la huelga el 22 octubre junto a otros grupos opositores.
En tanto, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que la huelga hizo subir subir los precios ya de por sí elevados, y que provocó pérdidas por 700 millones de dólares. Como consecuencia de ello, se anunció la suspensión de las exportaciones de algunos alimentos básicos (soja, azúcar, carne) debido a «un riesgo de desabastecimiento».
Bolivia tendrá su censo en 2024
El presidente de Bolivia anunció este viernes que el censo se realizará el 23 de marzo de 2024, mientras que la distribución de los recursos se hará en septiembre de ese mismo año. Los opositores, al querer que el estudio demográfico se realice en 2023, bloquearon numerosas calles y avenidas, y prendieron fuego instituciones afines del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
«Un acto técnico como el censo en ningún país es pretexto político para desestabilizar y confrontar la población. Pero algunas personas han politizado el proceso censal, que es estrictamente técnico, como hemos coincidido con prácticamente todas las autoridades del país», comunicó Luis Arce en una conferencia de prensa realizada el día 21 del paro indefinido.
En tanto, el ex coronel del Ejército boliviano Jorge Santistevan denunció en medios locales las intenciones de Arce de militarizar las calles. «Si esto viene por delante, significa que el Gobierno del presidente Arce está preparando una escalada y mayor represión en Santa Cruz», alertó. Además, subrayó que el jefe de Estado no escatimará en recursos ni fuerzas policiales para repeler las protestas de opositores.