El sindicato La Fraternidad acató pasado el mediodía de este martes la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, en el marco del paro de trenes convocado por ese gremio. La medida afectó a un millón de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tanto en la ida como en la vuelta, pues, el servicio de ferrocarriles se está restableciendo gradualmente con demoras y cancelaciones en algunas líneas, por ejemplo, la Roca.
La decisión gremial se tomó tras una reunión convocada por los ministros de Trabajo, Raquel ‘Kelly’ Olmos, y de Transporte, Alexis Guerrera, con el líder de La Fraternidad, Omar Maturano. Allí quedó destrabado el conflicto, en reclamo del pago de un bono de $ 50.000 a jubilados y pensionados, que mantenía paralizado los servicios ferroviarios desde la noche del martes, según Télam.
“Postergamos la medida por 20 días, y abrimos una mesa de negociación hasta que la directora de la Anses y el ministro de Economía (Sergio) Massa le den una respuesta al Ministerio de Trabajo y de Transporte sobre nuestro reclamo”, informó Maturano en declaraciones a la prensa al término de la reunión. E indicó que “si hay que tomar nuevas medidas se van a avisar con tiempo, como se hizo con este paro”.
Asimismo, en un mensaje a los pasajeros afectados durante la jornada de martes, dijo: “Que nos disculpen pero la medida de fuerza es la única forma que tenemos para que nos escuchen”. La reunión se realizó luego de que la ministra de Trabajo le pidiera a La Fraternidad que “acate la conciliación obligatoria” dispuesta en el marco de la medida de fuerza convocada por ese sindicato.
“Quiero volver a invitar a Maturano a que se acerque a nuestro Ministerio y le propongo una mesa con el ministro de Transporte para debatir los temas que crea que se necesitan debatir. Le pido que acate la conciliación obligatoria y que no genere este inconveniente a los trabajadores que necesitan del tren para volver a sus hogares”, sostuvo Olmos en declaraciones a Radio Con Vos.
Además, sostuvo que se trató de “un paro político”, al acusar a La Fraternidad de llevar cabo “una confrontación” con las medidas del Gobierno nacional. Consultada sobre las medidas legales frente a la medida de fuerza, la ministra de Trabajo indicó que “desde el punto de vista operativo, se ordenaron acciones con fiscalización que se traducirán en sanciones”.
“Lo que quiero decir es que no acatar una conciliación es una situación excepcional. En particular, porque este conflicto no es gremial, es algo netamente político. Se trata de un recamo para los jubilados en general”, apuntó Olmos. Los servicios ferroviarios se mantenían paralizados desde la medianoche del martes tras el paro anunciado por La Fraternidad.
El sindicato desoyó la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno nacional, en el marco de un conflicto por el reclamo del pago del bono de $ 50.000 a jubilados y pensionados. En tanto, la huelga de los trabajadores ferroviarios generó graves inconvenientes a los usuarios, en especial por la mañana, horario pico del transporte de pasajeros. No obstante, por la tarde seguían las demoras y cancelaciones a raíz de cuestiones de operativas y logísticas.
A raíz de la medida de fuerza, tanto en Liniers como en los centros de transbordo de Constitución, Plaza Miserere y Retiro se vieron esta mañana filas de personas más largas de lo habitual que esperaban tomar colectivos con destino a distintos puntos del conurbano bonaerense ante la falta de trenes. El paro abarcó además a remiseros, camioneros de Santa Fe, personal de carga y descarga y los recolectores de residuos de Córdoba.
“En cuanto a lo salarial, nuestra paritaria se ha resuelto favorablemente. Hoy estamos reclamando al Gobierno, y se lo plantemos hace un tiempo, el pago de un bono especial de $ 50.000 para los compañeros jubilados. Queremos que se haga efectivo antes de fin de año”, señaló durante la jornada el secretario de prensa de La Fraternidad, Horacio Caminos, en declaraciones a Radio La Red.
El dirigente recordó que el reclamo “surgió hace tiempo, de una asamblea general de delegados gremiales” y tras esa decisión “se notificó al Gobierno, a las autoridades del Ministerio de Trabajo y a las empresas”. “Hemos realizado campañas de publicidad anunciando nuestra medida de fuerza”, aseguró Caminos.
Consultado sobre las advertencias y las medidas legales tomadas por el Ministerio de Trabajo frente a la decisión de La Fraternidad de no acatar la conciliación obligatoria, el gremialista consideró que los funcionarios “quedarán en la historia como quienes ponen multas a los dirigentes y los trabajadores que luchan por el bien de los jubilados”.