Los países estuvieron lejos de acordar este miércoles los contornos de un acuerdo climático en la cumbre sobre el calentamiento global, COP27, celebrada en Egipto. La nación anfitriona instó a los negociadores a resolver sus diferencias antes de que se cumpla el plazo de este fin de semana.
El resultado de esta conferencia es una prueba de la determinación mundial para abordar el calentamiento global, ya que otras crisis, desde la guerra en Ucrania hasta la inflación, distraen la atención internacional. El G20 emitió una declaración en la que expresaban su apoyo al objetivo mundial de limitar el calentamiento a 1,5° C, eliminar gradualmente el carbón y acelerar la financiación del clima.
Además, los delegados de la COP27 se sintieron animados por el discurso del brasileño Lula da Silva, que prometió volver a comprometer a su nación con los esfuerzos internacionales para luchar contra el cambio climático. Pero dentro de las salas de negociación, las divisiones siguen siendo profundas, según el representante especial de la presidencia egipcia de la COP27, Wael Aboulmagd.
«Creo que tenemos un número de cuestiones pendientes mayor de lo normal», expresó. «Habríamos esperado, en las circunstancias actuales, ver más voluntad de cooperación y acomodación de la que estamos viendo», agregó. Un funcionario cercano a las conversaciones dijo que seguían existiendo divisiones en torno a cuestiones como si las naciones ricas deberían crear un fondo para cubrir los daños irreparables que está provocando el cambio climático, informó Reuters.
«Hay preocupación por cómo vamos a llegar al final, y hay preocupación porque estamos hablando del mayor problema al que se enfrenta la humanidad», expresó. El enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry, dijo que algunos países se resistían a mencionar el objetivo de 1,5° C en el texto oficial de la cumbre. Pero no los nombró.