La COP27, en Egipto, convoca a cientos de mandatarios y figuras políticas de todo el mundo para discutir sobre el calentamiento global. Entre los disertantes, se encontraba el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien aprovechó a intercambiar algunas palabras con John Kerry, enviado de Estados Unidos para asuntos del cambio climático.
Las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington están muy deterioradas. La nación sudamericana ha recibido múltiples sanciones, por parte de la administración de la Casa Blanca. Pero en el último año, debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, los diálogos por el petróleo venezolano han comenzado a fluir.
Pero no fue con el único que se cruzó el venezolano. También le estrechó la mano a su par francés Emmanuel Macron. «Tienes que visitarnos pronto», le dijo Maduro al mandatario galo. «Estaré encantado que podamos hablar más tiempo, que podamos emprender un trabajo bilateral útil para la región», le contestó Macron. «Presidente (…), yo lo llamaré», agregó.
Maduro se mostró luego muy complacido por el encuentro. Francia y Estados Unidos figura entre los más de 50 países que desconocieron la reelección de Maduro en el año 2018, tachada por la oposición de «fraudulenta», y dieron su respaldo al opositor Juan Guaidó como presidente interino del país.
Los canales de diálogo entre Francia y Venezuela de Maduro se mantuvieron abiertos, en medio de una política de «potencia equilibradora» que quiere impulsar Macron. El mandatario francés tiene previsto recibir en París a su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda de ese país, quien restableció las relaciones entre Bogotá y Caracas tras una ruptura de tres años.